Contenido creado por María Noel Dominguez
Cybertario

¿Justa y solidaria?

CYBERTARIO

El sistema impositivo tiene reputación de injusto e ineficiente, por lo que el gobierno busca reformarlo.

Por Gerardo Sotelo

19.04.2006

Lectura: 3'

2006-04-19T00:00:00-03:00
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La mayoría de los impuestos que pagamos no recaudan prácticamente nada y el que más recauda tiene un peso mayor en las espaldas de los más pobres. El debate incluye un latiguillo sobre el que nadie se anima a discutir ("que paguen más los que ganan más") y omite un elemento fundamental: como no se tiene el coraje de reducir el peso mórbido del Estado y como el gobierno se comprometió con el FMI a tener superávit fiscal, algún bolsillo tiene que sangrar.

Aquí se abren dos caminos. Uno es el de gravar con una tasa incremental los salarios y las rentas (como propone el gobierno) y otro es el de gravar con una tasa única. El primero pretende consagrar aquel antiguo eslogan ("que pague más el que gana más") convertido en sinónimo de justicia tributaria.

Digámoslo de manera cruda y poco simpática: ¿por qué debería pagar más el que gana más? ¿No lo haría igualmente con una tasa única? ¿No significa esto una sanción a quienes tienen éxito? En todo caso, ¿no se debería premiar el éxito en lugar de castigarlo? ¿Por qué no pensar que los que ganan más, en realidad deberían pagar menos?

Con una tasa única, el que gana más siempre va a pagar más puesto que gasta una mayor cantidad de dinero en las transacciones de las que participa y por lo tanto, también en sus impuestos. El que gana menos, aportará menos pero se beneficiará más de los servicios que el Estado le brinde. De ese modo se consagraría el principio de justicia y solidaridad que tanto se invoca. Es probable que en esta hipótesis los números del gobierno no cierren, pero este objetivo no tiene nada que ver con la solidaridad ni con la justicia tributaria. ¿Por qué algunas personas ganan más que otras? Si dejamos de lado las herencias y las estafas, encontramos dos razones fundamentales: porque participan en un círculo productivo en el que el dinero fluye en mayores cantidades y porque se superaron en sus tareas con relación a otros colegas que prefirieron hacer la plancha. ¿Deben ser castigados por tal conducta? La respuesta define una de las señales con las que cada individuo actuará en su vida productiva, lo que resulta crucial para saber cómo le va a ir al país. Si las personas que más invierten y más ganan se sienten expoliadas, es probable que terminen disuadidos de invertir y progresar y tentados al disimulo, la evasión o la fuga de capitales.

Podríamos plantearnos la hipótesis inversa. ¿No debería ser sancionado impositivamente aquel que vegeta? No el que se encuentra privado de los recursos más elementales por no haber podido zafar de la miseria y la exclusión, sino el que pudiendo salir adelante, optó por un sueldito y un laburito. ¿Sería posible identificarlos y diferenciarlos para administrar una auténtica justicia social? Como resulta difícil que el Estado entre en tales particularismos, es razonable que se tome al barrer a los sectores de menores ingresos y se los socorra con el dinero ganado por otros ciudadanos. Pero si el ascenso en los ingresos va a estar acompañado de una mayor expoliación y quienes tienen éxito deben pagar por el rezago de otros sea cual fuere la causa, lo que habremos enseñado es la conmiseración en lugar de la solidaridad y la pasividad en lugar de la emulación.