Contenido creado por María Noel Dominguez
Cybertario

Decir No

CYBERTARIO

Fue algo más que una coincidencia. Los restos en la chacra de Pando y el aniversario del No a la reforma constitucional de la dictadura guardan un vínculo profundo de lo que fue y nunca debió ser.

(Por Gerardo Sotelo)

01.12.2005

Lectura: 3'

2005-12-01T00:00:00-03:00
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Los huesos en el barro, los restos de un hombre asesinado por su compromiso de lucha, yacían como testimonio del desprecio absoluto por la dignidad humana. Secuestros, torturas, homicidios, enterramientos clandestinos, ocultamiento, una saga de desprecios que no comenzó el día que lo mataron.

Hubo un tiempo, no tan lejano, en que algunos uruguayos creyeron que las ideas que defendían eran tan nobles y tan justas que su victoria no debía reparar en detalles tales como el respeto por el prójimo. ¿Cuántas veces cantamos aquel verso infame que presentaba a la guerra como "la paz del futuro"? La excusa pudo haber sido la revolución o la lucha contra el comunismo. Eso es lo de menos. Lo trágico y lo relevante es que esa trama de justificaciones morales sumió a la sociedad uruguaya en una espiral de desprecio, de superchería, de frivolidad, de cobardía. Los restos encontrados en la chacra de Pando están allí para recordarnos hasta qué punto puede llegar la ley del Talión.

Así, arrancándonos ojo por ojo, asesinando por la espalda hoy, glorificando el fusil y el fusilero mañana, torturando hasta la muerte aquí, enterrando y desenterrando los cuerpos sin vida de detenidos indefensos, casi quedamos ciegos. La dictadura se instaló como una lápida que parecía perpetua. Los vencedores lo eran en tal grado que organizaron los fastos de la perpetuidad convocando a las urnas. Fue el comienzo del fin. Sin disparar un tiro, sin arrojar una piedra, sin romper una vidriera, sin un mínimo acto de violencia, nos sacudimos del lomo el autoritarismo y comenzamos a construir nuestra convivencia en democracia. Una democracia y una convivencia llena de imperfecciones, altibajos, renuncios y estoicismo. Una construcción imperfecta y contradictoria, como toda obra humana.

El aniversario del NO de 1980 nos encuentra mudos ante el hallazgo en la chacra de Pando. Pero no nos encuentra ciegos. Debemos contar con orgullo a nuestros hijos la historia victoriosa de nuestra lucha pacífica, para oprobio de los violentos, los frívolos y los genocidas. Hubo una vez un pueblo que salió de una dictadura sin tirar un tiro, sin arrojar una piedra, sin un mínimo acto de violencia. Ningún país está vacunado contra la barbarie, pero podemos tomar decisiones cada día para evitar transitar el camino del desprecio, antesala de todo exterminio. Alcanza con decir No.

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