Nada de robos, ni desmanes, ni discusiones entre vecinos. O entre bandos. Sólo crimen policial y misión policial. Más que eso nada. ¿Un fenómeno complejo? ¿Acaso contradictorio? ¡Minga! En este caso no. Ni contexto social ni nada. En el asentamiento cercano no hay delincuentes. Tampoco en Euskal Erría. ¡Chito! No hable. Si no chas-chas en la boca. Fue un policía en un arrebato de locura. Por el dos veintidós. Cansancio y miseria. Nada más. Nada de la gente honesta. Nada de su inseguridad. Nada de su miedo. No. Sólo eso. Los comisarios del pensamiento no aceptan fisgones. Ni abogados. Ni testigos. Ni mucho menos periodistas o camarógrafos. Sólo los sociólogos y la prensa seria. Sólo la seriedad y la academia. Sólo la solemnidad y los fariseos. Sólo eso. Y guay con mostrar lo que pasó. Guay con mostrar sangre. No hubo. No se debe. No. Sólo análisis y estadísticas. Reflexiones al borde de un ataque de miedo sí, pero no el miedo. Ni patrullas. Ni garitas. Nadie quiso aprovechar el caos para robar. Y si lo hizo, es comprensible. No el milico. El no. Ni los vecinos indignados. Unos contra otros no. No hubo. Ni pibes chorros. Ni rejas. No debe haber. No cierra. No la compliquen. No hinchen. No pregunten. ¿Por qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? Prensa burguesa. Sobredimensionan. Amarillos. Sólo nosotros. Sólo los iniciados. No ustedes. ¿Ancianas agredidas? Nada que ver. ¿Niños arrebatados? No ahora. ¿Pobres aterrorizados? No esta vez. ¿Pobres delincuentes? Pobres. ¿Propietarios  delincuentes? Pobres. ¿Culpables, canallas, oportunistas, hipócritas? No. Sólo explotación y pobreza. No hay culpables. Sólo un policía. El gobierno. El sistema. Un gobierno. Todos en fila. Y calladitos. Y a redoblar. Y a festejar. Yupi. Yupi. ¿Libertad? ¿Ese abrojo? Tapen la realidad. Viva la ideología. Sólo dominados y dominadores. Nada de delincuentes. Ni de gente honesta. No comisario. Sólo explotados y explotadores. Sí komisario. El bien y el mal. Blanco y negro. Pensamiento único. Ünico pensamiento. ¿O miento?

Suertempila

 

Gerardo Sotelo