Contenido creado por Gerardo Carrasco
Cybertario

Cybertario, por Gerardo Sotelo

Amor de padre

Carta improbable de un asesor presidencial a su hija que busca trabajo.

09.03.2018 13:32

Lectura: 3'

2018-03-09T13:32:00-03:00
Compartir en

"Hija querida, espero que comprendas en sentido de estas líneas. Como sabes, me siento honrado de servir al país al lado del presidente de la República. Es un honor que él me hace por segunda vez y que no tendré años de vida suficientes como para agradecerlo. Sé que también para ti es un motivo de orgullo. Como padre no puedo menos que sentirme complacido de que hayas coronado tu esfuerzo con un título universitario.

Estoy seguro de que tendrás una vida llena de satisfacciones profesionales. Tu talento y esfuerzo, sumado a los contactos con gente influyente, te convierten en una privilegiada, al menos en relación a otras profesionales que, como tú, aspiran legítimamente a realizarse en aquella actividad que han elegido. Me he enterado de que un ministro necesita una persona de confianza con tu perfil profesional y yo mismo podría, de ser necesario, hablar con él para facilitar tu contratación. Como padre, además, me sentiría orgulloso de verte prestar servicios al país desde una secretaría de Estado. Sin embargo, no creo que sea conveniente que eso se concrete.

Como sabés, no voy a utilizar mis influencias para favorecerte. Se trata de dineros públicos administrados por un gobierno democrático, que debe rendir cuenta tanto por los resultados y los procedimientos. Hay muchas otras personas con méritos similares a los tuyos, que tienen idéntico derecho a ese puesto. Pero hay algo más, querida mía. Aunque el ministro decide contratarte por tus virtudes, la gente va a sospechar que fui yo quien, finalmente, promovió tu contratación. Si eso ocurre, la maledicencia pública habrá ganado una batalla política que afectará a nuestro gobierno y a nuestra familia. Como padre, ciudadano y militante político, no lo puedo permitir.

Yo sé que esto puede resultarte injusto y probablemente lo sea. La vida política tiene estos sinsabores, aún para personas como yo, que luego de muchos años de lucha han llegado alto en el escalafón del poder. Yo sé que no deberías estar sufriendo lo que, en rigor, es el resultado de mis decisiones personales, pero deberías considerar cuántas gratificaciones y posibilidades de servicio ha dado ya el Estado a nuestra familia.

Te ruego que me comprendas y que, en todo caso, intentes resolver tu situación laboral con el Gallito Luis del próximo domingo. Allí aparecen muchas ofertas de empleo. Si no hay ninguna acorde a tus conocimientos y estatus social, te quedan todavía los contactos con particulares, que la vida ha puesto a tu alcance por ser la hija de quien sos.

Te quiere, tu papá."