Contenido creado por Seguridad_Administrador
Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

ASSE y ANEP, es al revés la jugada

Todos coincidimos, gobierno y partidos, que el funcionamiento de los organismos encargados de ejecutar las políticas de salud y educación están funcionando rematadamente mal.

06.07.2011 09:58

Lectura: 5'

2011-07-06T09:58:00-03:00
Compartir en

Se registran evidentes bloqueos o desorientaciones que ponen en evidencia la falta de iniciativa que permita lograr avances o remover los obstáculos para mejorar la situación en ambos campos vitales para nuestra vida en sociedad.

ASSE ha sido ejemplo visible de su conflictividad y de un sistema de toma de decisiones caprichoso, enroscado sobre sí mismo y que valora más las vinculaciones políticas o sindicales que las capacidades para el ejercicio de las funciones técnicas.

ANEP ha demostrado que, más allá de la buena voluntad de algunos de los consejeros en el CODICEN y en los Desconcentrados, las cosas se trancan e incluso contradicen las orientaciones expresadas por los jerarcas del gobierno.

Esta semana desde la conducción del gobierno se expresó preocupación por la incapacidad de gestión observada en estos dos ámbitos. En tal sentido se ha sugerido que el problema consiste en que los jerarcas pertenecientes al partido de gobierno se encuentran en minoría debido a la presencia de directores que representan a los diferentes sectores sociales y a que el gobierno otorgó un lugar a los partidos de oposición en cada uno de los organismos correspondientes.

Las propuestas de solución sugerida desde algunas voces del partido de gobierno indican que no están identificando con claridad las causas de los bloqueos y de la ausencia de resultados positivos.
En efecto, un diputado del partido de gobierno, viendo que la gestión en ASSE está "empantanada", no se le ocurrió mejor idea que aumentar el número de miembros del Directorio, subiéndolo de cinco a siete para incorporar dos directores políticos más que representen al partido de gobierno.

Se olvida el diputado Alvaro Vega que el problema de ASSE tiene que ver con el hecho de que uno de los representantes del gobierno termina aceptando y siguiendo las orientaciones que marca el representante de los funcionarios de Salud Pública y que, de ese modo, se forman las mayorías que están llevando a ese organismo por un camino equivocado.

Otra idea que trascendió en las últimas horas, después de la reunión del Consejo de Ministros, fue la posibilidad de otorgarle a los presidentes de estos organismos un "doble voto" para potenciar su orientación en la toma de decisiones.

Lo cierto es que el problema es otro. El problema, aunque no lo quiera reconocer el partido de gobierno, es que este grupo político decidió por ley integrar en los directorios de los organismos que rigen la salud y la educación, a representantes de sectores sociales que, como tales, y salvo honrosas excepciones, se encargan de defender los intereses sectoriales y corporativos en lugar de asumir la representación del interés general.

El problema de fondo no es agregar más directores o darle doble voto al Presidente; el camino más adecuado consiste en reubicar los lugares que cada actor debe tener en la definición de las políticas públicas.

Los actores sociales, entre ellos los sindicatos, tienen una función fundamental e indiscutible en un sistema democrático, defender los intereses de sus representados, reclamar por sus derechos, promover sus demandas y buscar las mejores condiciones de su gente.

Pero no tienen que ocupar roles de conducción, porque la conducción de las políticas públicas corresponden a los representantes de la ciudadanía, es decir a los gobernantes que pertenecen a los partidos políticos, que fueron elegidos a esos efectos y con esa finalidad.

Por otra parte, son los representantes de la ciudadanía, los que ejercen cargos de gobierno, los que se someten luego periódicamente al juicio ciudadano y sus mandatos serán renovados o no en función del veredicto popular.

Nada de eso ocurre en el caso de los directores sociales que justamente deben rendir cuentas ante asociados que, entre otras cosas, reclaman la obtención de mejoras concretas y específicas para su situación particular.

Por eso, el camino adecuado pasa por los proyectos de ley que, desde el Partido Independiente, estamos presentando en estos días, eliminando de los Directorios de ASSE y de los Consejos de ANEP la representación de los actores sociales.

No porque no creamos que deban cumplir un papel en sus respectivas areas, sino porque ese papel lo deben cumplir desde su función natural de movimiento social y desde tareas de asesoramiento a través de su presencia en un Consejo Honorario Asesor en ASSE y desde las Asambleas Técnico Docentes en ANEP.

Por último, además, y esto es lo más grave, en algunos casos los problemas de gestión y de toma de decisiones en estos organismos también se deben a que los jerarcas elegidos por el partido de gobierno no sintonizan con las concepciones políticas que el propio gobierno ha explicitado en los campos de la salud y la educación. ¿Qué solución puede haber si se le da doble voto a Presidentes que, como en el caso de ASSE o del Consejo de Secundaria, son parte del problema y no de la solución?

Basta con comparar la presentación del Vicepresidente Danilo Astori en una reciente Mesa Redonda sobre política educativa con las declaraciones de alguno de los Consejeros que representan al gobierno en CODICEN y en los Desconcentrados; o basta con comparar las declaraciones del Ministro de Salud Pública con las formas de actuación del Presidente de ASSE y sus ideas sobre la conducción de los hospitales públicos.

En síntesis, el gobierno tiene dos caminos complementarios, si realmente quiere cambiar la situación en estos dos campos de la vida social: eliminar de la conducción de estos organismos a los directores sociales para evitar el avance del corporativismo y sustituir a aquellos representantes de su partido que notoriamente no sintonizan con sus orientaciones de políticas. Lo otro son remiendos ineficaces que no van a cambiar la inercia ni los bloqueos actuales.