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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

¿Y si gana Astori?

Desde que se produjo el Congreso del Frente Amplio, muchos analistas han tendido a explicar el nuevo contexto político en base a una disputa entre Mujica y Astori en la que aquel representa a la izquierda radical y marxista, mientras que este representa a la izquierda moderada y sensata.

22.12.2008 09:21

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2008-12-22T09:21:00-03:00
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El análisis se completa recordando que el Congreso es la expresión de los militantes, pero que la elección interna permitirá observar la conducta de los ciudadanos frenteamplistas.

Este análisis es, por lo menos, simplista e ingenuo, pero además deja de lado un componente central. El domingo pasado el Frente Amplio no solo eligió candidatos a la Presidencia, también definió su programa de gobierno para el próximo período. Un programa común que incluye a todos los frenteamplistas, los de Mujica y los de Astori. Es más, el propio Astori que deslegitimó el Congreso para la elección del candidato, reconoció al programa aprobado como la referencia que habrá de orientar al futuro gobierno. Pues bien, los contenidos aprobados nos hablan de un programa populista, estatista, intervencionista y anacrónico cuyos contenidos han sido suficientemente ventilados en estos días y a ellos nos remitimos.

Entonces, supongamos que Astori revierte en las elecciones internas su derrota de la semana pasada. ¿Con quiénes habrá de abrazarse una vez obtenida su nominación? ¿Quiénes sostendrán su candidatura en la calle y en las movilizaciones? ¿Quiénes integrarán las diferentes listas de candidatos que acompañarán su candidatura? La respuesta es obvia, serán los candidatos, dirigentes y sectores que lo cuestionaron y humillaron en el pasado Congreso. Apenas triunfe en las elecciones internas, Astori deberá abrazarse con Mujica, acordar con Gargano y Lorier, acompañar y apoyar las listas del Partido Comunista, del MPP y de todos los sectores del Frente Amplio.

Y en caso de ganar las elecciones nacionales, ¿en qué bancada parlamentaria se sustentará el futuro gobierno de Astori? ¿Con quiénes deberá gobernar en caso de ganar las elecciones nacionales? ¿Qué programa deberá poner en práctica a partir del 2010? La respuesta es sencilla, en la bancada del Frente Amplio, con los dirigentes del Frente Amplio, impulsando el programa aprobado la semana pasada.

Tampoco podrá recostarse en los partidos de oposición, puesto que a lo largo de estos últimos años Astori se encargó de dinamitar todos los puentes que lo relacionaban con los partidos de oposición, debido a sus actitudes soberbias y de desprecio hacia sus adversarios. Estará, por tanto, en manos de un partido que no lo quiere y al que no representa.

De ganar Astori, este será un candidato sin respaldo propio en su partido, al que deberá obedecer por la fuerza de las circunstancias, una figura sin poder y con escasa o nula capacidad de diálogo con su propio partido y con sus adversarios.

En definitiva, esa es la historia del Frente Amplio. Durante mucho tiempo el Frente respaldó a Tabaré Vázquez, mientras este era el portaestandarte de las propuestas maximalistas de los sectores duros del Frente, encabezando las campañas de plebiscitos y referéndums contra las supuestas políticas neoliberales. En esas épocas Astori era fuertemente cuestionado por el partido de gobierno y el actual Presidente lo reprendía señalándole, incluso, que o “se callaba o se debía ir” del Frente Amplio.

Tabaré Vázquez que ejerció la política desde la oposición con el apoyo del Frente Amplio histórico, luego gobernó con el denostado Astori. Sin embargo, el Frente se encargó de marcarle los límites al frustrar el camino del TLC con Estados Unidos, al cuestionar la iniciativa del “Nunca Más” en materia de derechos humanos, al obligar a un Debate Educativo inconducente, al impulsar contra la opinión del Presidente, una campaña de firmas para anular la Ley de Caducidad y al mantener como Canciller durante tres años a una figura que contradecía las decisiones del propio Presidente de la República.

El Frente Amplio, en definitiva, es el Frente que aprobó su programa en el Congreso del domingo pasado. Es el Frente que apoyó el liderazgo de Vázquez porque este le garantizaba la llegada al poder y porque sintonizaba con las demandas propias de la izquierda tradicional mientras estuvo en la oposición.

Pero el Frente Amplio siempre evitará que el liderazgo sea ejercido por alguien que pueda representar a los sectores más moderados. Sino basta recordar los años ochenta cuando una figura con mucho más arraigo popular y respaldo electoral que Danilo Astori, como era Hugo Batalla, emergía como la figura principal del Frente Amplio y este se encargó de ahogar su espacio y hacerle imposible su continuidad en esa fuerza política.

El otro día Tomás Linn, con sagacidad, titulaba su columna en el Semanario Búsqueda, referido a Mujica con la pregunta ¿Y si gana…? Sin embargo, vale también preguntarse lo que pasaría si gana Astori, porque si gana Astori, será de todos modos el Frente Amplio del domingo pasado el que gobernará; porque ese es el verdadero y único Frente Amplio que existe.

Desde hace veinte años resulta claro que una izquierda renovada sólo puede existir en el Frente Amplio mientras se mantenga en posición subordinada y al servicio de la izquierda tradicional, populista y estatista.