Contenido creado por Manuel Serra
Rumiando la vida

Rumiando la vida: Por Gordo Verde

“Pasaban las horas y los niños nunca volvieron”: una tragedia que se volvió una lección de honestidad

El “Gordo” Verde cuenta una historia que vivió de niño, donde una tragedia le demostró lo equivocado que estaba al desconfiar.

12.09.2018 13:40

Lectura: 3'

2018-09-12T13:40:00-03:00
Compartir en

Mi viejo siempre intentó educarnos en valores. No sé si lo logró, pero recuerdo un episodio que me marcó pa´ buena. De chicos, era muy común que mi padre invitara a "niños de la calle" (diríamos en ese momento) a comer a casa los fines de semana. Entonces venían, se lavaban las manos y se sentaban a la mesa junto con nosotros. Los días de puchero o fideos me daba lo mismo que estuvieran o no. Pero te admito que cuando había milanesas o asado, la cosa era distinta... porque tocaba repartir en partes iguales y la porción se reducía... ya los pibes, pasaban a ser "una molestia".

Algunas veces, delante de nosotros, mi viejo hacía un "voto de confianza" en los chicos y les prestaba nuestras bicicletas por tres horas con la condición de que volvieran en hora. Con mis hermanos, nos agarrábamos las tales calenturas... pero los chicos siempre cumplieron. Excepto por una vez, que fue la última vez que los vimos. Papá seguía confiando en ellos: "ya van a volver"... Y nosotros le recriminábamos: "¡Son unos chorros! ¿Cómo no te diste cuenta antes?". Pasaban las horas y los niños nunca volvieron...

A la mañana siguiente, un joven tocó timbre en casa... cuando lo atendí, me dijo casi llorando que los niños habían tenido un accidente andando en bicicleta. Uno estaba grave y el otro había fallecido. El joven me decía: "Vine porque soy amigo de los chicos y sé que para ellos era importante volver en hora con las bicis... sepa que están todas rotas...". Era cierto: lamentablemente estaba la noticia del accidente en el diario del domingo, con la foto del camión. Desde entonces, entendí que mi viejo (con sus aciertos y locuras) nos enseñaba a tratar a los demás niños, como personas... sin importar de dónde vinieran. Dice el Papa Francisco: "La Misericordia no se enseña, se transmite con el ejemplo". Creo que algo de esto buscaba mi viejo.

Hoy te invito a preguntarte: ¿Cómo tratamos a los demás? ¿Cómo somos con nuestros amigos? Porque muchas veces caemos en el riesgo de tomar a las personas como objetos...

Dice un filósofo: "El hombre es persona cuando hay un YO que lo trata como un TU.".

¡No perdamos cada oportunidad de tratar a los demás como personas que son!

¡Buena Semana! ¡Un fuerte abrazo!

Por Gordo Verde