En un tiempo récord se aprobó el primer permiso ambiental para una planta de celulosa en el Río Negro, aunque siguen faltando datos claves, o si esa información existe, no es conocida por la ciudadanía.
Entre ellos se encuentran los beneficios y costos ambientales del emprendimiento, incluyendo aquellos que se pueden expresar en dinero. La planta se destaca por el enorme consumo de agua, estimado en 125 millones de litros por día. Buena parte de ello regresará el Río Negro, calculado en 106 millones de litros por día. Pero regresa como efluentes industriales, en tanto vienen cargados con diversos productos químicos. Han encendido las alarmas los altos aportes de fósforo que tendrán, y que se sumarán a un río que ya está muy contaminado. Todo ello tendrá un impacto ecológico, pero eso también encierra varios costos económicos, tales como el dinero necesario para recuperar la calidad del agua.
Una forma de asomarse al dinero en juego es preguntarse qué sucedería si se le aplicara a UPM una “tarifa de saneamiento” como la que se carga a los vecinos y empresas montevideanas. Si así se hiciera, UMP debería pagar aproximadamente un millón y medio de dólares por mes; un total de unos US$ 18 millones por año.
La Intendencia de Montevideo cobra esa tasa para mantener la red de alcantarillado y saneamiento del departamento, a partir del volumen de agua vertida. Está compuesta por un “cargo fijo” de $ 47,19 por unidad ocupacional por mes, y un “cargo variable” de $ 26,47 calculado por metro cúbico de agua consumida, asumiéndose que más o menos ese volumen será arrojado a las alcantarillas. El volumen vertido por UPM será enorme, y entonces aplicaría las bonificaciones para “grandes usuario”: un descuentos del 50%.
UPM anuncia que verterá al Río Negro 106,5 mil metros cúbicos por día, lo que en un mes promedio de 30 días, representa un total de 3 195 000 m3. Aplicándole el cargo de saneamiento, se llega a uno 84 millones de pesos por mes, y que tras el generoso beneficio del 50% de descuento, resultan en un poco más de 42 millones de pesos. Esto equivale a pagos en el orden de un millón y medio de dólares por mes. Unos US$ 18 millones por año.
No está previsto que UPM pague una tarifa de saneamiento o un cargo análogo por sus vertidos mensuales, sea por una imposición nacional o una municipal. En cambio, el llamado “contrato” entre UPM y el Poder Ejecutivo establece que la empresa cubrirá el costo de obras de saneamiento en Paso de los Toros y Pueblo Centenario, lo que es un pago único y está lejos de equivaler a las medidas necesarias para recuperar el Río Negro aguas debajo de la ubicación de la planta durante toda su vida de operación. Se podría argumentar que todo esto encierra otra nueva exoneración o subsidio encubierto desde el país hacia la empresa.
Este ejemplo no pretende indicar que la solución a los impactos ambientales de la planta sea cobrarle una tarifa de saneamiento o algo similar, sino ejemplificar que los impactos ecológicos tienen un costo económico que debería ser calculado antes de tomar cualquier decisión. La analogía con la tarifa de saneamiento alude a un modo posible de hacerlo, y que aplicándose de forma más rigurosa debería evaluar el dinero necesario a invertir en recuperar la calidad del agua del río.
La ignorancia ante esas cuestiones permite que los costos económicos del impacto ambiental sean transferidos desde quienes originan el daño, sea una planta de celulosa o un tambo que arroja efluentes, hacia el resto de la sociedad. Los empresarios, de todo tipo y tamaño, se “ahorran” dinero en cuidar el entorno, y los vecinos cargarán con el costo de su deterioro, como puede ser comprar agua potable embotellada para beber, pérdida de ganado que muere por tomar agua contaminada, y así sucesivamente. Es una transferencia a la sociedad de los costos económicos del impacto ambiental.
Hasta donde sabemos ese tipo de cálculos no están disponibles para el proyecto de una nueva planta de celulosa en el Río Negro. Es más, parecería que nadie los calculó. Mientras de un lado se insisten en millonarias cifras de inversión y exportaciones, desde otras voces se están sumando miradas a los “números” de UPM que muestran lo endeble o incompletas que son las cuentas que se vienen realizando hasta ahora.
Todo esto deja en evidencia que el gobierno se adentra en un acuerdo, facilitando en tiempo récord los permisos ambientales, pero sin saber realmente cuánto gana o pierde el país.
Más informaciones sobre los “números” de UPM:
La insustentable levedad de UPM, V.L. Bacchetta, Sudestada, 15 abril 2018, https://www.sudestada.com.uy/articleId__398dc95f-2552-495b-b353-388c5d9dc569/10981/Detalle-de-Investigacion
Los números del agua, R. Viñas, Telescopio, 25 abril 2018, http://eltelescopio.com.uy/los-numeros-del-agua/
Quince observaciones para un NO. UPM 2: ¿es beneficiosa para Uruguay?, W. Yohai y G. Melazzi, Brecha, 27 abril 2018, https://brecha.com.uy/quince-observaciones-no/
Los números de la nueva planta de celulosa, E. Gudynas, Montevideo Portal, 19 marzo 2018, http://columnistas.montevideo.com.uy/uc_303166_1.html
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