Contenido creado por Gastón Fernández Castro
Cybertario

¡Cobertura!

¡Cobertura!

06.08.2008

Lectura: 3'

2008-08-06T08:40:38-03:00
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Los medios de comunicación están nuevamente en el tapete, esta vez por su presunta responsabilidad en la sensación de inseguridad en la que vivimos los uruguayos. La ministra del Interior, Daisy Tourné, se sumó a una larga lista de críticas sobre la cobertura periodística de los delitos. Las críticas darían para diversas consideraciones, algunas de las cuales están referidas a la responsabilidad de la ministra del Interior sobre ambas, la inseguridad y la sensación.

La confianza entre las personas y las instituciones, suele ser presentada como una cuenta corriente, en la que los depósitos tienen que superar a los débitos, si no se quiere terminar fundido. Entre los ingresos del Ministerio del Interior están las acciones eficientes contra la delincuencia y las justificaciones por una situación que ya era compleja cuando asumió el actual gobierno. Entre los egresos, se encuentran los delitos y la sensación ciudadana sobre el fenómeno. En esa cuenta corriente, cada día que pasa la "herencia maldita" cotiza más bajo y la violencia delictiva (real o percibida) más alto.

Es un error creer que hay alguien responsable por la inseguridad además del gobierno y su ministra del Interior. No porque debamos achacarle la culpa de todo lo que pasa, sino porque el enorme respaldo popular que obtuvo en las urnas fue para resolver, entre otras calamidades, la inseguridad. Tres años y medio después, la gente sigue sin ver un cambio sustancial con respecto a la seguridad.

Tampoco parece conveniente insistir en la supremacía de los datos estadísticos sobre la subjetividad de los ciudadanos. Por cierto que el ministerio del Interior debe relevar y publicar datos objetivos sobre los delitos, pero la acción del gobierno no tiene como sujeto a las gráficas ni a los análisis estadísticos sino a la gente común y corriente, cuya vida transcurre en un mar de subjetividades y sensaciones de difícil demostración. Soterrar la sensación de inseguridad pretextando racionalidad estadística o desmesura informativa, ayuda poco a combatir ambos problemas: la delincuencia real y el temor ciudadano.

Finalmente, los periodistas deberíamos hacernos cargo del malestar que genera nuestro trabajo en buena parte de la población. No debe ser casualidad que investiguemos y publiquemos información sobre cualquier persona o institución y no seamos capaces de procesar, con un mínimo de autocrítica, los comentarios negativos que nos llegan de la misma sociedad a la que decimos servir.

La opacidad de los criterios y procedimientos periodísticos alimenta la sospecha sobre nuestros verdaderos intereses en la cobertura de noticias, sobre todo si están vinculadas a cuestiones políticas, y eso no es culpa de la ministra Tourné ni del sistema político.