Un robot comparecerá ante el parlamento británico

En el parlamento británico se escuchará en los próximos días a un personaje muy especial. Se trata de Pepper, un robot con apariencia humanoide, producido por la empresa japonesa Softbank. La audiencia tendrá como objeto las consecuencias del desarrollo y la difusión de la tecnología en la vida y el trabajo de las personas. Además de Pepper, también estarán presentes expertos humanos.

Robert Halfon, presidente de la Comisión Británica que investiga el potencial de la cuarta revolución industrial, ha explicado, no sin un punto de ironía que: "si realmente tenemos que temer una marcha de protesta de los robots, tal vez sea mejor hacerlos marchar hacia nuestra Comisión para que nos ofrezcan algunas explicaciones", según informa el periódico barcelonés La Vanguardia. Al final del listado de invitados aparece el nombre ‘Peper, el robot'.

El trabajo de Pepper, clasificado como ‘robot social', es principalmente el de recibir clientes en centros comerciales y brindarles la información necesaria. Es decir, está acostumbrado a contestar a preguntas. Es propiedad de la Universidad inglesa de Middlesex y se incluyó en la lista de testigos que se escucharán durante las audiencias que comenzarán la próxima semana.

"No se trata de traer a un robot de juguete y hacer una demostración", explicó Halfon al diario The Indepentent. "Es importante mostrar el potencial de la robótica y la inteligencia artificial y, sobre todo, el impacto en el mundo del trabajo que sus habilidades podrían tener". La esperanza, por lo tanto, es que Pepper realmente pueda proporcionar información útil para el trabajo de la Comisión.

"La cuarta revolución industrial es probablemente el desafío más importante ante el cual las naciones deberán enfrentarse en los próximos 10, 20 o 30 años", explicó el político británico. Por esto, el testimonio de Pepper, uno de los humanoides más evolucionados del mercado, puede ser muy útil a la hora de averiguar si estos robots les quitarán el trabajo a los humanos o si serán sus aliados.

De momento, aún no se sabe cómo interactuará el robot. Puede que lo programen con respuestas preestablecidas o que, en cambio, le dejen lucir sus habilidades de comunicación, con el riesgo de quedar decepcionados, dada la complejidad del tema. Tras celebrar conferencias y debatir sobre su estado de ‘personas electrónicas', ahora los robots se asoman al mundo de la política.