Elon Musk volvió a sacudir el tablero tecnológico al anunciar que Tesla podría lanzar el próximo mes una versión significativamente mejorada de su sistema de asistencia a la conducción autónoma, el Full Self-Driving (FSD). Se trataría, según sus palabras, de un modelo con diez veces más parámetros y avances sustanciales en la gestión de la compresión de video, claves para la interpretación del entorno vial en tiempo real.
“Tesla está entrenando un nuevo modelo de FSD con aproximadamente 10 veces más parámetros y una mejora significativa en la gestión de la compresión de video”, publicó Musk en redes sociales.
“Probablemente estará listo para su lanzamiento público a finales del próximo mes, si las pruebas van bien”.
La nueva versión busca posicionar a Tesla como líder indiscutido en la carrera por la conducción autónoma, en un contexto donde otras empresas —como Waymo (Google) o Cruise (GM)— también pujan por el liderazgo tecnológico, pero con enfoques más prudentes en materia de seguridad y regulación.
Tecnología bajo presión judicial
El anuncio llega en medio de crecientes cuestionamientos judiciales. Esta semana, accionistas de Tesla demandaron a la compañía y a su CEO por presunto fraude relacionado con los datos de desempeño del FSD y su aplicación en los servicios de robotaxis de la empresa en Austin, Texas.
Tesla ha sido señalada en varias ocasiones por sobrevender las capacidades del FSD, el cual, pese a su nombre, no proporciona conducción autónoma completa y requiere supervisión activa del conductor. Las autoridades reguladoras de Estados Unidos han exigido mayor claridad en la comunicación de estos productos, mientras que la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras) mantiene investigaciones abiertas sobre accidentes relacionados.
¿Un nuevo modelo técnico o una cortina de humo?
Más allá del anuncio tecnológico, analistas del sector ven en esta comunicación una estrategia para calmar a los mercados y desviar el foco de los problemas legales. El FSD representa una de las apuestas económicas más ambiciosas de Musk: un servicio opcional de alto costo, diseñado para convertir cada Tesla en una futura fuente de ingresos pasivos a través de una red de robotaxis.
Con información de EFE
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