Contenido creado por María Noel Dominguez
Tecnología

Está robado

Spotify sufre robo masivo: hackers afirman tener el 99,6 % de su catálogo

El grupo Anna’s Archives se atribuyó el ataque y dice haber robado 86 millones de archivos musicales.

23.12.2025 13:08

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2025-12-23T13:08:00-03:00
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La plataforma sueca Spotify sufrió un robo masivo de datos este lunes, según confirmó la propia compañía, en un incidente que pone en riesgo uno de los activos más valiosos de la industria musical digital: su catálogo completo de canciones.

En una comunicación oficial enviada a EFE, la empresa indicó que detectó un “acceso no autorizado” mediante el cual un grupo externo recolectó metadatos públicos y eludió los sistemas de protección digital (DRM) para acceder a parte de los archivos de audio alojados en la plataforma. Spotify aseguró que la investigación del incidente aún está en curso.

El grupo de piratas informáticos Anna’s Archives se atribuyó el ataque y sostuvo que logró copiar 86 millones de archivos musicales, lo que representaría cerca del 99,6 % del total del catálogo de Spotify. En un comunicado, los autores del hackeo afirmaron que su objetivo es "la preservación del archivo musical mundial", más que el lucro o la distribución comercial.

Hasta el momento, no se ha confirmado que los archivos hayan sido difundidos o vendidos, ni tampoco si incluyen contenido exclusivo, versiones sin publicar o archivos con derechos editoriales sensibles. Sin embargo, la magnitud del ataque —en términos de volumen y simbología— marca un hito en la historia de la piratería digital.

Spotify, que supera los 600 millones de usuarios activos mensuales, incluyendo más de 220 millones de suscriptores pagos, no aclaró aún si el ataque afecta directamente a los usuarios ni si hubo filtración de datos personales. El incidente se produce en un contexto global de creciente sofisticación de los ciberataques dirigidos a grandes plataformas tecnológicas.

Anna’s Archives es conocido por operar como un repositorio masivo de libros, artículos académicos y contenido digital de difícil acceso. Su incursión en el universo musical —y en particular en una plataforma con un modelo comercial tan centralizado como Spotify— representa un nuevo desafío para los debates sobre propiedad intelectual, preservación digital y los límites entre activismo y delito informático.