Contenido creado por Lorena Zeballos
Medioambiente

Lo que no se ve

SOS Rescate de Fauna Marina lamenta efectos en el medio ambiente a raíz de la pandemia

En un video compartido por la asociación uruguaya se puede ver una tortuga marina atrapada en un guante plástico.

26.06.2020 16:42

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2020-06-26T16:42:00-03:00
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A pesar de que la pandemia tuvo cierto "parón" en actividades contaminantes como los vuelos, las industrias y el propio turismo, y se ha detectado la disminución de gases nocivos en la atmosfera, también ha incrementado el uso de materiales descartables como guantes, barbijos y productos desinfectantes.

En marzo la organización conservacionista Oceans Asia, alertaba sobre miles de barbijos flotando en las playas del archipiélago de Soko, entre Hong Kong y Lantau.

Hace dos semanas, el buzo Laurent Lombard , fundador la organización francesa Opération Mer Propre ("Operación Mar Limpio") difundió imágenes contundentes de su inmersión submarina en la zona de la Costa Azul, agregando: "Sabiendo que se compraron más de dos mil millones de barbijos, pronto puede haber más barbijos que medusas en el Mediterráneo".

Lamentablemente, Uruguay no es ajeno a esta problemática; los desechos de la pandemia también son visibles en las costas locales. Richard Tesore, fundador de la ONG SOS Rescate de Fauna Marina, en Punta Colorada, compartió imágenes impactantes en Facbook. Su grabación mostraba barbijos y guantes entre los muchos desechos devueltos por el mar tras una tormenta. Entre ellos había una tortuga marina con su cabeza completamente atrapada en un guante plástico. Una vez que Richard libera su cabecita, revela que en su boca hay otro guante. "Existe la percepción errónea de que la naturaleza se está tomando un descanso durante la pandemia", explica Tesore. "Sin embargo, ha habido varios retrocesos, desde el aumento de la deforestación en el Amazonas hasta el aumento del uso de plásticos de un solo uso. Y aquí en nuestras costas, nuestro océano nos continua enviando mensajes".

"La semana pasada, rescatamos un lobo de mar que tenía una tanza encarnada alrededor de su cuello. Podemos tratar sus heridas pero también tenemos que abordar la causa raíz del problema. Todos podemos ser parte de la solución. Tenemos que aprender nuevos hábitos, ser consumidores conscientes y responsables. Esa es la única forma para que algún día podamos verdaderamente decir ‘el planeta se está recuperando'. Cada uno de nosotros puede hacer una diferencia, y nuestra suma total", cuenta Tesore.

Aun antes de la pandemia se estimaba que 8 millones de toneladas de plástico acaban cada año en el océano, donde permanecen por muchísimo tiempo. Se ha llegado a calcular que el plástico tarda entre 100 y 1.000 años en descomponerse, dependiendo del tipo de composición plástica y del tamaño del envase.

Por ejemplo, una botella de plástico de tamaño medio tardaría unos 450 años en desintegrarse. Si además, esta botella ha sido enterrada el tiempo de descomposición aumenta. Se estima que los barbijos puedan demorar hasta 400 años en desintegrarse y los guantes plásticos 500 años, por consiguiente las consecuencias del COVID, permanecerán con nosotros por cientos de años.

"Es cierto que por motivos de higiene y salud no es factible eliminar el uso de plásticos de un solo uso mientras dure la emergencia sanitaria. Pero siempre que sea posible, es importante optar por opciones más amigables con el medio ambiente, como los barbijos de tela que pueden ser lavados y reutilizados. Debemos ser cuidadosos con el manejo y desecho de los productos plásticos que usamos. Reciclar y reutilizar cuando sea posible y asegurar el mínimo impacto de los residuos potencialmente peligrosos sobre la salud humana y el medio ambiente. Cuidar la salud del medio ambiente, es cuidar nuestra propia salud", recalca la ONG.