Contenido creado por María Noel Dominguez
Tecnología

Pariente de Adobe Potochop

Registran a una bebé en Colombia con el nombre “Chat Yipiti” y desatan debate en redes

La niña fue inscripta en Cereté con un nombre inspirado en la era digital y similar a “ChatGPT”.

18.08.2025 08:28

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2025-08-18T08:28:00-03:00
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En un episodio que combina sorpresa, humor y polémica, una bebé fue registrada con el nombre Chat Yipiti Bastidas Guerra, una elección que, según medios locales, fue inspirada en la era digital y en particular en el fenómeno global de la inteligencia artificial. El nombre —fonéticamente cercano a "ChatGPT"— fue oficializado el pasado viernes 15 de agosto en la Registraduría Municipal, según reportó el diario El Universal de Cartagena.

La noticia se viralizó rápidamente en redes sociales, donde abundaron las bromas y los cuestionamientos. Algunos usuarios ironizaron sobre posibles nombres futuros, como "WiFi Andrea" o "USB Fernando", mientras otros defendieron el derecho de los padres a elegir libremente cómo llamar a sus hijos.

¿Hasta dónde llega la libertad para nombrar?

En Colombia, existe libertad para registrar nombres propios, pero la Registraduría Nacional del Estado Civil puede intervenir cuando estos puedan atentar contra la dignidad del menor o exponerlo a burlas, discriminación o estigmatización social.

Este caso no es aislado. En los últimos años, se han registrado nombres como "Usnavy", "Brayan de Jesús" o incluso "Facebook", que reflejan cómo las tendencias culturales y tecnológicas pueden influir en decisiones tan personales como el nombre de un hijo.

¿Homenaje digital o exceso de originalidad?

Según trascendidos, los padres de Chat Yipiti eligieron el nombre como homenaje a la transformación tecnológica que ha marcado los últimos años, simbolizada por la expansión de herramientas como los chatbots, la inteligencia artificial y la automatización de la información.

Sin embargo, sociólogos y expertos en infancia advierten que este tipo de decisiones puede condicionar la experiencia de vida del menor, especialmente en entornos escolares o laborales donde el nombre puede ser motivo de burla o estigma.

“Los nombres no son solo una marca individual, también son una carta de presentación social”, señaló una psicóloga consultada por El Colombiano.
“Originalidad no debería ir reñida con dignidad o proyección de futuro.”