La denuncia, formalizada la víspera por "prácticas comerciales engañosas" contra las filiales francesa e irlandesa de Facebook, se asienta en una serie de informes y constataciones que a su parecer demuestran que la realidad es muy diferente de las condiciones de servicios que el gigante estadounidense presenta a sus clientes.

Sobre la base de uno de esos informes, First Draft, RSF afirma en un comunicado que "Facebook constituye el principal foco de las teorías conspiratorias sobre las vacunas para las comunidades francófonas".

Explica que en el último trimestre de 2020 el German Marshall Fund contabilizó 1.200 millones de interacciones con páginas web mentirosas. También que en otro estudio, Facebook aparecía -dice- como "la menos segura de las grandes plataformas".

Sobre el discurso contra el odio, RSF pone varios ejemplos, como que en la página Facebook de la revista satírica Charlie Hebdo tras la publicación de una de sus portadas en septiembre, se contabilizaron decenas de comentarios insultantes, amenazantes o que hacían llamamientos a la violencia contra la revista o contra sus periodistas.

La organización recuerda que Facebook en sus condiciones de utilización afirma que hace lo posible para "mantener un entorno seguro y sin errores", pretende prohibir contenidos ilegales o engañosos y se compromete a "limitar significativamente la difusión de informaciones falsas".

RSF señala que ha decidido presentar la denuncia en Francia porque es un lugar donde el derecho del consumo está particularmente adaptado.

Pero añade que puesto que las condiciones de los servicios son las mismos en todo el planeta, se plantea hacerlo también en otros países. Además, pone el acento en que una decisión judicial que constatara el carácter "engañoso" de sus compromisos "podría tener un impacto global".


Con información de EFE