Polémica global por la prohibición de redes sociales a menores en Australia

La decisión del gobierno australiano de prohibir el uso de redes sociales a menores de 16 años, que entra en vigor este miércoles, ha generado una ola de reacciones internacionales. Aunque la medida tiene como objetivo proteger la salud mental de niños y adolescentes, las opiniones entre los propios jóvenes son diversas, complejas y, en muchos casos, contradictorias, según un relevamiento de la AFP en varias ciudades del mundo.

Bombay: "La red también empodera"

Para Pratigya Jena, estudiante de 19 años, no se puede hablar de una solución tajante: “Nada es completamente blanco o negro. Hay cosas importantes que hacemos en las redes, especialmente los jóvenes emprendedores”.

Reconoce, sin embargo, los peligros del acceso irrestricto, como el contenido inapropiado para menores.

En la misma ciudad, Pratik Bhurke, entrenador de críquet, apoya la medida por su potencial para fomentar la actividad física: “Esto animará a los chicos a pasar más tiempo al aire libre”.

Berlín: “Buena, pero extrema”

En la capital alemana, los adolescentes también muestran ambivalencia. Luna Drewes, de 13 años, cree que la prohibición puede ayudar a reducir los estándares de belleza tóxicos: “Las redes sociales muchas veces muestran cómo deberíamos ser, como que las chicas deben ser delgadas”.

En cambio, Enno Caro Brandes, de 15 años, la considera excesiva, aunque útil para quienes buscan desintoxicarse digitalmente.

Doha: “Es una estupidez”

Más críticos se muestran en Catar. Para Firdha Razak, de 16 años, la iniciativa es absurda: “Es realmente estúpido, honestamente. Aunque no podamos hacer mucho contra una decisión del gobierno”.

Su compañero Youssef Walid advierte sobre la ineficiencia práctica de la medida: “Usar un VPN es fácil. Siempre se puede crear otra cuenta”.

Lagos: "Nacimos con esto"

En Nigeria, la conversación se sitúa entre la adaptación generacional y los límites necesarios. Mitchelle Okinedo, de 15 años, admite que los dispositivos distraen en clase, pero también destaca la relación simbiótica con lo digital: “Hemos nacido con esto y no creo que quiera dejar de usarlo”.

Su madre, sin embargo, apoya la restricción: “La mayoría de los padres no tienen tiempo para vigilar a sus hijos todo el día”.

Ciudad de México: “No sabría qué hacer”

En América Latina, la reacción también varía por edad. Aranza Gómez, de 11 años, no concibe una vida sin redes: “Sin ellas estaría triste. No sabría qué hacer”.

Mientras que Santiago Ramírez Rojas, de 16, defiende el uso como herramienta de expresión: “Hoy en día son esenciales para expresarse, sin importar la edad”.

Aunque también advierte: “Muchos secuestros empiezan en línea. Los más chicos son más vulnerables”.

Sídney: debate en casa

Incluso en Australia, la sociedad está dividida. Para Layton Lewis, de 15 años, la medida será ineficaz: “No creo que tenga impacto en los chicos australianos”.

Pero su madre, Emily Lewis, tiene expectativas más altas: “Espero que fomente relaciones reales, como las de antes, cara a cara”.

Con información de AFP