Contenido creado por María Noel Dominguez
Tecnología

Supercomputadora con superpoderes

Nvidia construirá supercomputadora de IA en Texas con inversión de 500.000 millones

La apuesta industrial incluye plantas en Texas y Arizona ante la volatilidad global por los aranceles de Trump.

16.04.2025 07:35

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2025-04-16T07:35:00-03:00
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Nvidia anunció un ambicioso plan para construir una red de supercomputadoras de inteligencia artificial (IA) y producir chips avanzados en el estado de Texas, en una inversión conjunta con socios que alcanzaría los 500.000 millones de dólares en los próximos cuatro años. La iniciativa se enmarca en un contexto de reconfiguración global de las cadenas de suministro, impulsada por las políticas comerciales del presidente Donald Trump.

El fundador y CEO de Nvidia, Jensen Huang, afirmó que “los motores de la infraestructura global de IA están siendo construidos en Estados Unidos por primera vez”. Y agregó: “Fabricar en suelo estadounidense nos permite satisfacer mejor la demanda creciente, fortalecer la cadena de suministro y aumentar nuestra resiliencia”.

Gigafábricas de IA y producción local

La inversión incluye la producción de chips Blackwell en la planta de TSMC en Phoenix, Arizona, y el desarrollo de nuevas instalaciones en Houston y Dallas, donde Foxconn y Winstron se encargarán de la fabricación. Aunque aún no han comenzado las obras, Nvidia estima que podrá alcanzar la producción en masa en 12 a 15 meses.

La compañía prevé construir decenas de “gigafábricas de IA” en los próximos años, tanto en colaboración con socios como de forma independiente.

AMD y Apple también apuestan por Estados Unidos

Nvidia no es la única tecnológica que redobla su presencia industrial en Estados Unidos. AMD ha confirmado que comenzará a fabricar su quinta generación de procesadores Epyc en Arizona, marcando la primera vez que la empresa produce chips dentro del país. Asimismo, Apple tiene previsto fabricar parte de sus próximos procesadores en las mismas instalaciones.

El traslado de la producción responde a la creciente incertidumbre causada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha generado subidas arancelarias y dificultades logísticas. Ante este escenario, las empresas tecnológicas buscan asegurar su abastecimiento con una producción más local.