Los profesionales médicos que le practicaban una colonoscopía a un hombre de 59 años se llevaron una sorpresa mayúscula. En lugar de alguna anomalía anatómica, se encontraron con un colorido San Antonio (Harmonia axyridis) vivito y coleando dentro del tracto intestinal del paciente.

El caso fue informado por la publicación médica estadounidense ACG Case Reports Journal, y ameritó la apertura de una investigación para saber cómo puede haber llegado el animal hasta los intestinos del paciente, donde fue localizado intacta y viva.

Según informa el periódico La Vanguardia, los investigadores suponen que el hombre pudo haber ingerido accidentalmente al insecto durante el sueño. Sin embargo, lo más difícil de explicar es cómo el animalito llegó casi hasta el "final del viaje" digestivo, entero y con vida.

Esto pudo deberse a los preparativos para la colonoscopia. El ayuno y la abundante ingesta de agua y de un líquido especial para el estudio, habrían permitido que insecto recorriera rápidamente las entrañas del humano, y sin mayor exposición a los corrosivos jugos gástricos.

"Su preparación para la colonoscopia puede haber ayudado al insecto a escapar de las enzimas digestivas en el estómago y la parte superior del intestino delgado", explicaban los investigadores en el estudio.

Si bien no es nada corriente encontrar insectos durante una colonoscopía, se han dado algunos casos de hallazgo de cucarachas.