Los sonidos más desagradables

Científicos de la Universidad de Newcastle analizaron por qué hay ciertos sonidos que resultan desagradables y producen reacciones adversas en las personas, y concluyeron que se debe a una interacción entre la región del cerebro que procesa el sonido, la corteza auditiva y la amígdala, informó ABC.

La amígdala sería el punto central donde se procesa la emoción negativa asociada a estos sonidos. El autor del periódico de la Universidad, Dr. Sukhbinder Kumar, afirmó que la respuesta cerebral "es una señal de auxilio que va de la amígdala a la corteza auditiva".

Los investigadores utilizaron a trece voluntarios a los que expusieron a todo tipo de sonidos, tanto desagradables como placenteros. Usando resonancias magnéticas lograron establecer un espectro de desagrado, y así pudieron listar los peores sonidos.

El primer lugar se lo lleva el sonido de un cuchillo y un tenedor al frotarse contra un cristal. Fue el que obtuvo peores reacciones entre todos los individuos estudiados.

El segundo fue el chirrido provocado por las cuerdas de un violín cuando se toca mal; seguido del sonido de un micrófono cuando se acopla.

En cuarto lugar, el desagradable ruido que provocan las uñas al deslizarse por una pared; y en el quinto puesto las arcadas de una persona mientras vomita.

Otros sonidos que se listaron fueron el llanto desconsolado de un bebé; el chirrido de una tiza frotada contra una pizarra; el sonido de las ruedas de un tren al intentar frenar; las cadenas oxidadas de una hamaca; el ruido de una taladradora o cualquier tipo de herramienta mecánica y el sonido que se produce al frotar dos planchas de espuma-plast.