Los hombres se ríen más fácilmente de los chistes absurdos

Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, Carlos Bernar, especialista en Comunicación Audiovisual y Enrique Sueiro, doctor en Comunicación Biomédica son los investigadores que analizaron cómo reaccionan hombres y mujeres ante los chistes y cómo se activa la risa.

Moratalla explica cómo funciona el cerebro ante los chistes: "Primero usamos áreas de la corteza cerebral para procesar palabras y darnos cuenta de que lo escuchado o leído no tiene sentido. Después, utilizamos la zona que procesa los sentimientos. Allí lo absurdo o lo gracioso genera una emoción placentera", consigna 20Minutos.

En el proceso interviene la dopamina, que estimula el "interruptor central" del cerebro, llamado núcleo accumbens. Dicho interruptor envía luego señales de felicidad a la corteza prefrontal y ahí "el sistema de recompensa y placer se encarga de generar la reacción eufórica, la carcajada, desde la tercera capa del cerebro".

Ante los chistes, las mujeres emplean más áreas cerebrales e integran lo emocional en los procesos cognitivos mucho más que los hombres. "Aunque los puntos de partida y llegada coincidan, las mujeres emplean más estaciones e implican mayor recorrido. Tanto en ellos como en ellas captar lo absurdo hunde sus raíces en la capacidad específicamente humana del cerebro ejecutivo de almacenar, manipular y comparar elementos interdependientes", señala Moratalla.

Para los hombres lo ilógico es suficiente para el sentido del humor, mientras que las mujeres requieren que lo absurdo sea gracioso y por ello provoque la emoción de lo divertido, señala.