Las víctimas de la erupción en Pompeya tuvieron una muerte muy dolorosa

La erupción del Vesubio en el año 70 de nuestra era fue un suceso catastrófico que provocó la destrucción de las ciudades de Pompeya y Herculano. Se desconoce la cifra exacta de fallecidos en la tragedia, pero hasta la fecha se han encontrado los restos de más de 1.500 personas. Algunos de ellos perfectamente conservados por la lava.

Es fácil suponer que la muerte de estas personas fue espantosa, pero un nuevo estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario Federico II, en Nápoles, ha revelado que fue más horrible de lo que cabía imaginar.

Los investigadores han analizado algunos de los cuerpos encontrados en las ruinas de Pompeya, y han comprobado que las elevadísimas temperaturas causadas por el flujo piroclástico provocaron que la sangre hirviera hasta evaporarse.

Según informa la revista de divulgación Quo, los autores del estudio también han encontrado restos de minerales rojos y negros en el organismo de algunas de estas personas, y los han identificado como hierro. Pero, ¿cómo llegaron hasta allí? Los expertos se dividen entre dos hipótesis.: una supone que fueran contaminados con restos de metal derretido de monedas y otros objetos que portaban, y que se fundieron por el calor. Otra indica que se trata de residuos del hervor de su propia sangre, que quedaron allí luego de que ésta se evaporara.

Por otra parte, los expertos evaluaron la destructora acción del flujo piroclástico, que consiste en una mezcla de gases volcánicos calientes, materiales sólidos incandescentes y aire atrapado, que se mueve a nivel del suelo durante ciertas erupciones volcánicas.

Esta especie de marea de fuego habría envuelto a muchas de las víctimas, produciendo el estallido de los huesos, incluido el cráneo.