Las hembras de chimpancé, especialmente si tienen crías, son menos propensas que los machos a acercarse a las aldeas y tierras de cultivo, donde pueden encontrase con personas.

Machos y hembras se adaptan de forma diferente a la presencia humana, lo que sugiere una diferencia en la percepción del riesgo entre los sexos, según un estudio que publica hoy Animal Behaviour.

La investigación de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y el Proyecto Comunitario y de Chimpancés de Bulindi (Uganda) analiza cómo un paisaje dominado por los humanos afecta a la vida social de estos animales, para lo que los observaron en su hábitat forestal y cuando se acercaban a las aldeas.

Los chimpancés machos “parecen no inmutarse ante la perspectiva de encontrarse con personas, e incluso están dispuestos a participar en enfrentamientos con los aldeanos”, indicó el director del Proyecto de Bulindi, Matt McLeann.

Las hembras, "especialmente las que tienen crías dependientes, tienden a evitar el contacto con la gente, lo que explica por qué los subgrupos eran más pequeños fuera del bosque".

Así, las reuniones de estos animales se redujeron en las zonas utilizadas por los humanos, sobre todo porque menos hembras se aventuraron en estos lugares.

Al preferir evitar ciertas zonas, las hembras se acaban encontrando "en la periferia de sus redes sociales”, lo que puede interrumpir la difusión de información, destacó otra de las autoras de la investigación Kimberley Hockings, de la Universidad de Exeter.

La consecuencia podría ser reducir “las oportunidades de aprendizaje social de los chimpancés más jóvenes, suprimiendo potencialmente el aprendizaje de nuevos comportamientos que podrían ayudarles a sobrevivir", advirtió.

Los investigadores midieron las conexiones sociales entre los miembros del grupo observando qué chimpancés estaban frecuentemente juntos.

De esta forma comprobaron que mientras machos y hembras ocupaban el mismo lugar en sus redes sociales dentro del bosque, en las tierras de cultivo más arriesgadas y en las zonas de las aldeas el núcleo de la red social estaba dominada exclusivamente por los machos.

Los animales salvajes se ven obligados a modificar su comportamiento “debido a los riesgos que entraña la convivencia con el ser humano", remarcó la autora principal del estudio, Zoe Satsias.

Los chimpancés estudiados se encuentran a diario con personas, perros domésticos y otro tipo de ganado cuando se alimentan de ciertas frutas en los cultivos, lo que “suele provocar conflictos”.

Además, agregó, las tierras de cultivo suponen “un riesgo adicional” para los animales por la presencia ocasional de lazos o trampas y la proximidad de carreteras, incluida una vía principal asfaltada que divide su área de distribución.

EFE