En el complejo Starbase de SpaceX, la empresa presentó una versión mejorada del cohete Starship, que sufrió una explosión durante las pruebas que comenzaron el pasado 20 de noviembre, según el medio TechCrunch.
A diferencia de las explosiones de tipo bola de fuego que SpaceX ha experimentado durante el desarrollo de los cohetes, la última parece haber destruido una parte de la sección inferior del propulsor, dejando el resto intacto, ocurriendo en una fase muy temprana del proceso.
En su cuenta de X, la empresa informó que el cohete sufrió una anomalía mientras se le realizaban pruebas de presión del sistema de gas que se realizaban antes de las pruebas estructurales y agregó que no hubo heridos, dado que se mantiene una distancia de seguridad para el personal durante las pruebas.
Según TechCrunch, el cohete propulsor fue la primera pieza importante de lo que SpaceX denomina Starship versión tres. Esta previsto que la versión será más grande, potente, fiable y capaz de acoplarse a otras naves Starship en órbita alrededor de la Tierra, y es una pieza clave de la empresa para llegar a la Luna y a Marte.
El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, ha criticado a SpaceX por no avanzar lo suficiente en su misión lunar y afirmó que podría darle a Blue Origin de Jeff Bezos, -que está acelerando el desarrollo de su propio megacohete-, la oportunidad de hacerse con el contrato, de acuerdo con TechCrunch.