La idea del nuevo material surgió de la dura piel celular del pomelo y los caparazones resistentes a la fractura del abalón, un molusco gasterópodo.

El material, llamado Proteus en recuerdo el dios mítico que cambia de forma, podría usarse en las industrias de seguridad y salud.

Está hecho de esferas cerámicas de alúmina encerradas en una estructura de espuma metálica metálica de aluminio celular y funciona haciendo retroceder la fuerza de una herramienta de corte sobre sí misma.

En las pruebas, Proteus no podía cortarse con amoladoras angulares, taladros o chorros de agua a alta presión.

Cuando se corta con una amoladora angular o un taladro, la conexión vibratoria entrelazada creada por las esferas de cerámica dentro de la carcasa embota el disco de corte o la broca.

Según un comunicado, la cerámica también se fragmenta en partículas finas, que llenan la estructura celular del material y se endurecen a medida que aumenta la velocidad de la herramienta de corte.

Básicamente, cortar el material es como cortar una gelatina llena de pepitas: si atraviesas la gelatina, golpeas las pepitas y el material vibra de tal manera que destruye el disco de corte o la broca.

Los chorros de agua también son ineficaces porque las superficies curvas de las esferas de cerámica ensanchan el chorro para reducir sustancialmente su velocidad y debilitar su capacidad de corte.

Los investigadores dicen que Proteus podría usarse para fabricar cerraduras para bicicletas, armaduras livianas y equipos de protección para personas que trabajan con herramientas de corte.

Con información de Europa Press