Con la llegada de la draga al puerto de La Paloma con la finalidad de profundizar el canal y dar cabida a barcos de pesca y madereros, el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) Juan Curbelo que llegó al puerto inaugurar este lunes la draga, se comprometió ante Oceanosanos a impulsar medidas preventivas derivados del dragado, alineado con el concepto de Puertos Verdes. Entre estas se incluye descargar el dragado de sedimentos portuarios fuera de la zona costera y en caso de detectarse lodos contaminados con hidrocarburos o aceites que sean descargados en la pileta de decantación del recinto portuario para su biorremediación mediante bacterias.

Desarrollo económico y protección ambiental no son dos conceptos antagónicos, por lo contrario. De hecho, en la industria, en la agricultura, en el comercio y en general en diversas actividades económicas, prevalece el modelo de economía azul y circular. Ser verde no solamente está de moda, sino que genera importantes beneficios y hoy nueve de cada diez inversores económicos prefieren países donde los recursos naturales sean protegidos según World Economic Forum. Y el transporte marítimo, siendo uno de los sistemas que genera menor huella de carbono y efectos secundarios, no permanece indiferente. De ahí la aparición del modelo llamado Puerto Verde o Green Port, por su denominación en inglés.

El presidente de ANP Juan Curbelo, directivos y otros integrantes de la administración visitaron el puerto de La Paloma con motivo de celebrar la llegada de la draga que recuperará en unos 60 días la profundidad del canal. De esta forma se busca recibir barcos de mayor calado como el buque maderero y pesqueros de mayor porte.

El director de ANP invitó a Oceanosanos a dialogar sobre una propuesta de impulsar tres medidas preventivas y paliativas ante posibles impactos negativos producidos por el dragado del puerto: obtención y análisis de muestras de sedimentos (arena y lodos); la descarga de las arenas del dragado fuera de la zona costera; y los lodos descargarlos en la pileta de decantación existente en el puerto para la biorremediación con bacterias.

Estas propuestas están en línea con la política de Puerto Verde que Curbelo desea impulsar, donde se destaca proteger a la comunidad de los impactos negativos de las operaciones portuarias y posicionar al puerto como líder en concientización ambiental.

Entre dichas medidas preventivas y paliativas se plantearon la obtención y análisis de muestras de sedimentos (arena y lodos) del dragado para determinar concentración y posible grado de contaminación por hidrocarburos y metales, acumulados en el fondo portuario, por más de diez años en que el puerto operó con la industria pesquera de ASTRA (1981 hasta 1993) el mayor hito desarrollista que tuvo La Paloma.

Es importante recordar el informe de la División Control y Desempeño Ambiental de la DINAMA el 30 de octubre de 2012, donde según los resultados de estas muestras de arena se detectaron hidrocarburos y altos los niveles de Zinc en agua, cuyo máximo permitido es de 0.03 mg/l y sin embargo en la muestra apareció con 0.11 mg/l. Esta es una situación diferente a lo que se constató en la arena, porque sería una contaminación con metales pesados.

Otra de las medidas propuestas es la descarga de las arenas del dragado fuera de la zona costera, más allá de las tres millas marinas, detrás de los bajos Falkland-18 de julio, fue otra de las recomendaciones propuestas, ya que se evita la posible contaminación con metales pesados, el reingreso de los sedimentos al puerto a mediano-largo plazo y la afectación de las playas. La salubridad debe ser un factor a privilegiarse en estos balnearios de alta calidad que viven del turismo. Además hay que considerar el decreto 253/79, normas para prevenir la contaminación ambiental mediante el control de aguas.

En caso de detectar lodos con posibles contaminantes del dragado se hizo la recomendación de depositarlos en forma selectiva en la pileta de decantación existente en el puerto para la biorremediación de lodos contaminados, que Curbelo aprobó de inmediato.

La inadecuada disposición final de lodos contaminados con residuos de aceites lubricantes usados hidrocarburos totales de petróleo TPH, bifenilos policlorados PCB, aromáticos policíclicos HAP, metales y otros compuestos contaminantes ocasionan un deterioro en el ambiente y en la salud humana. Por sus efectos cancerígenos, tóxicos y venenosos se consideran sustancias de difícil biodegradación y se clasifican como residuos peligrosos por la reglamentación establecida en el Convenio de Basilea.

En 1992 entró en vigor el Convenio de Basilea y Uruguay fue sede de su primera Conferencia de las Partes, celebrada en Piriápolis. El objetivo primordial era proteger la salud de las personas y el ambiente, frente a los efectos perjudiciales de los desechos peligrosos.

Al día de hoy la draga ha detenido su operativa, aguardando la nueva autorización de DINAMA (Ministerio de Ambiente) que la ANP ha solicitado ante las recomendaciones para la descarga en la zona propuesta, cambiando la autorización en zona costera de la administración anterior, con los potenciales impactos negativos a las playas.

Pero ¿qué es un puerto verde?

Es aquel que desempeña su actividad teniendo en cuenta no solo el ámbito económico, sino también el ambiental y social integrados.

Es decir, de modo sostenible, realiza su actividad causando el mínimo impacto, aporta medidas de mejora y control de calidad de aire, agua, ruidos y residuos.

Al mismo tiempo, un Puerto Verde o Green Port es aquel que entre sus características puede ofrecer suministro eléctrico desde tierra a los barcos (OPS/ On-Shore Power Supply), e incluye instalaciones de energía renovables y medidas de eficiencia energética.

Otras medidas son implantar gas natural a los buques y sistemas de suministro eléctrico, para que los barcos pueden apagar los motores al atracar, reduciendo así las emisiones de azufres y gases de efecto invernadero. Asimismo, Uruguay debe fortalecer la aplicación de la normativa de residuos MARPOL a buques, con el incremento de la recogida de residuos sólidos y líquidos. Y como sucede en varios puertos en el mundo (España por ejemplo), se paga por el hecho de entregar el residuo y no por el volumen, así todos los buques entregan el residuo en puerto. Además, esta normativa también se refiere a la prohibición de arrojar basuras al mar, una práctica muy común en barcos extranjeros o nacionales cuando no se aplican estrictos controles y multas.


Autor: Rodrigo García Píngaro.
Revisión: Inés Pereyra Rivero.