Contenido creado por Santiago Magni
Ciencia

Científicamente tenemos chance

Ingenieros y médicos de la UdelaR desarrollaron equipo para controlar edema pulmonar

El ingeniero biomédico Franco Simini contó a Montevideo Portal cómo funciona este aparato realizado con bioimpedancia eléctrica.

10.06.2022 13:47

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2022-06-10T13:47:00-03:00
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El IMPETOM Clínico es un equipo creado por investigadores de las facultades de Medicina e Ingeniería de la Universidad de la República (UdelaR) que permite controlar el edema de pulmón.

Esta iniciativa surgió de parte de Franco Simini, coordinador del Núcleo de Ingeniería Biomédica de las mencionadas facultades, y del doctor Javier Hurtado, director del Departamento de Medicina Intensiva del Hospital Español y que fue profesor de Fisiopatología en Facultad de Medicina.

Simini dijo a Montevideo Portal que “la tecnología moderna es interdisciplinaria por naturaleza” y “existen una serie de necesidades clínicas que no tienen correlato instrumental”. “Los médicos necesitan determinadas medidas continuas de los pacientes que muchas veces no están disponibles en los aparatos que se compran en el mercado. Esas necesidades se plantean y se definen aparatos a desarrollar”, expresó.

El ingeniero biomédico señaló que el IMPETOM se realizó con “una tecnología muy accesible por lo barata y segura”, que es la bioimpedancia eléctrica. “Se inyectan determinadas corrientes conocidas en el cuerpo humano, sin que se sienta absolutamente nada y que sean dañinas, como las ondas de radio”, agregó.

Simini contó que al inyectar esas corrientes se detecta “una tensión resultante, un voltaje”. Con esta tecnología se puede observar, en base a un algoritmo matemático de reconstrucción tomográfica, una imagen de las zonas del tórax que están cubiertas con agua y las zonas ocupadas por aire, que es lo normal en los pulmones.

“En base a este principio y a esta electrónica que hemos desarrollado se puede hacer el seguimiento a lo largo de los días del edema de pulmón. Se llama edema pulmonar a los espacios que debieran estar ocupados por aire cuando están ocupados por fluidos, llámese sangre, suero, etc. El fluido tiene una bioimpedancia mucho menor que el aire, que es aislante”, explicó Simini.

“En base a este sistema se puede hacer una pseudo imagen que indica las zonas cubiertas de líquido y las distingue de las zonas de aire”, acotó.

El desarrollo del IMPETOM tuvo la participación de cuatro estudiantes que se recibieron de ingenieros eléctricos, con una adaptación del diseño a un modelo preindustrial. Los estudiantes son Martina Barreiro, Pablo Sánchez, Julián Vera y Matías Viera.

iImagen de sólidos no conductores en agua salada.

iImagen de sólidos no conductores en agua salada.

Ventajas frente a otros métodos y la necesidad de que haya convenios

El IMPETOM está buscando una empresa que la quiera tomar, adoptar, firmar un convenio con la UdelaR y empezar a comercializarlo. Simini consideró que “no hay en mundo ofertas de este tipo de productos accesibles y con esta capacidad, es una oportunidad de negocio para el país y para la empresa que lo quiera tomar”.

En una tablet al lado de la cama de un paciente de CTI se puede observar el dibujo de corte toráxico, a la altura donde la nurse coloque la cinta con 16 electrodos, y se puede observar el estado de ocupación de fluido de los pulmones. “El software indica la evolución a lo largo de los días y horas”, aseguró el ingeniero.

A diferencia del método convencional, que consiste en llevar al paciente a rayos y se le hace una placa o tomografía una vez “cada tanto”, en este sistema “se tiene en tiempo real una imagen que indica cómo va evolucionado”, dijo Simini.

“Este sistema puede ajustar la terapia o la posición al paciente, para tratar de reducir la ocupación de líquido en los pulmones. Se tiene una curva a lo largo del tiempo que indica cuál es la cantidad de agua, si aumenta o disminuye. En base a eso se toman decisiones de terapia”, añadió.

Simini definió a la bioimpedancia eléctrica “como la hermana pobre de la investigación en imagenología, porque se hace con chauchas y palitos”. “Se hace con circuitos electrónicos de bajo costo, es una tecnología que se conoce, pero lo novedoso es la aplicación al cuerpo humano y el algoritmo matemático que permite construir una imagen conociendo muchísimos datos recogidos alrededor del paciente”, expresó.

El ingeniero comentó que en Uruguay “muchas empresas o capitales buscan su ganancia en zonas de más seguridad como el comercio, es decir, comprar para vender”. Sin embargo, consideró que la universidad “está dispuesta a correr el riesgo en forma común con una empresa, firmando un convenio y trabajando en una idea que puede demorar unos años en despegar del todo”.

“Hay que hacer un llamado para que las empresas se animen a presentarse a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) junto con nosotros y vean con buenos ojos los resultados de la investigación que hace la universidad. Esta pandemia ha generado la visibilidad de esos resultados en investigación”, concluyó Simini.