Un equipo internacional de investigación en el que participa la Universidad de Valencia (UV), en el este de España, ha descubierto una población de seis galaxias masivas y rojas observadas en una época entre 500 y 800 millones de años tras el Big Bang y que son “candidatas” a formar parte del universo temprano.

Según el equipo de investigación en el que participa el Departamento de Astronomía y Astrofísica del centro universitario, “estas son galaxias aún más antiguas y masivas que la mayoría de las identificadas anteriormente a esas distancias”.

Las observaciones, realizadas mediante el telescopio James Webb de la NASA, constatan la efectividad de este observatorio espacial y auguran nuevos conocimientos sobre los inicios de la formación de las galaxias, señala el artículo, ya publicado en la revista Nature.

El descubrimiento de galaxias en el universo temprano -es decir, observadas a tan solo centenares de millones de años tras el Big Bang- facilita a los astrónomos nuevos conocimientos sobre la historia temprana del universo.

Así, y a través del estudio de sus colores, los astrónomos pueden reconstruir sus principales propiedades físicas, como su masa estelar, su edad o la presencia de agujeros negros supermasivos en sus núcleos.

Aunque dichos hallazgos necesitan todavía confirmación espectroscópica, por lo que quedan registradas bajo la denominación de ‘candidatas’, el estudio sugiere ya una abundancia de estrellas antiguas en estas galaxias, lo que implicaría que sus masas estelares podrían llegar a ser hasta 100.000 millones de veces superiores a la de nuestro Sol.

Mauro Stefanon, investigador Cidegent en el Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia y uno de los firmantes del artículo, ha resaltado que “lo más fascinante es que, aunque solo llegara a confirmarse una fracción de estos nuevos objetos, esto ya implicaría masas entre 10 y 100 veces más grandes de lo esperado”.

“Las galaxias observadas en estas épocas han mostrado colores azules, indicativos de una intensa formación de nuevas estrellas”, ha comentado Stefanon, que ha añadido que, “de forma inesperada, las galaxias ahora identificadas exhiben colores más rojos, lo que las convierte en candidatas a formar parte del elenco de galaxias antiguas en el universo temprano”.

Desde la UV han resaltado la importancia del telescopio espacial James Webb (JWST), resultado de la colaboración entre las agencias espaciales de EE. UU. (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA), y que “está proporcionando a la comunidad científica su primera visión de la formación estelar, del gas y del polvo en galaxias a lo largo del 98 % de la historia del universo”.

“El James Webb permite captar imágenes con una resolución hasta 20 veces mayor y datos mucho más sensibles que los obtenidos hasta la actualidad con los telescopios espaciales Hubble (HST) y Spitzer y hallazgos como este constatan la efectividad del observatorio espacial y la eficacia de estos estudios”, ha concluido Stefanon.

EFE