Falsa coral: una serpiente no venenosa cuya belleza la hace víctima del comercio ilegal

Falsa coral: Oxyrhopus rhombifer rhombifer

Otros nombres: falsa coral de rombos (Argentina), cobra coral y falsa coral de campo (Brasil).

Identificación: adultos de hasta 90 cm de longitud. Tiene la cabeza alargada y diferenciada del resto del cuerpo. En la zona dorsal presenta manchas similares a rombos con extremos redondeados, de color negro. En la región vertebral, y entre las manchas oscuras, presenta una coloración amarilla que hacia los flancos se torna roja. La zona ventral es amarilla o blanquecina y puede tener pequeñas manchas oscuras.

Distribución: presente en algunas zonas de Brasil, Paraguay, Argentina y en todo el Uruguay.

Hábitat: praderas abiertas, quebradas, cerros pedregosos, chircales, áreas costeras y en otras zonas cercanas al agua.

Comportamiento: tiene actividad diurna y nocturna. Se alimenta de lagartijas, incluyendo sus huevos; también come ofidios y pequeños roedores.

Foto: Natala Villar

Reproducción: generalmente la puesta es de cinco a 15 huevos, en diciembre o enero. Los nacimientos se producen en febrero o marzo.

Situación poblacional: Preocupación Menor a nivel global y local (LC - UICN).

Curiosidades: esta especie es dócil con los humanos y muy llamativa por su coloración, por tener estas características se comercializa ilegalmente como mascota.

Podría llegar a confundirse con la víbora de coral (Micrurus altirostris), pero esta última no tiene el vientre claro, además de presentar otras diferencias.

Dónde la puedo ver: en los distintos hábitats mencionados, debajo de troncos y rocas. También se ve en ambientes modificados en áreas suburbanas.