El futuro marco regulatorio saliente de la COP15 es “la última oportunidad” para revertir la crisis de biodiversidad que sufre actualmente el planeta, según el director de campañas de áreas marinas protegidas de Oceana en Europa, Nicolas Fournier, quien en entrevista con EFE advirtió que los graves problemas que atraviesa la naturaleza deben ser tratados colectivamente. 

Fournier se amparó en “las herramientas, el conocimiento o la ciencia”, de los que el ser humano dispone para “adoptar objetivos ambiciosos”, como la protección del 30 por ciento de la superficie mundial para 2030, uno de los principales temas a tratar en Montreal (Canadá) durante la COP15 y al que define también como un “punto de partida”. 

En el caso de los océanos, el miembro de Océana en Europa afirmó que hay estudios que demuestran que con el fin de proteger la biodiversidad y evitar la pérdida de especies, “se necesita proteger más del 30 por ciento”, llegando incluso al 60 por ciento de superficie protegida. 

No obstante, Fournier recordó que la superficie restante que quede fuera de esa protección no puede ser olvidada, por lo que considera que el futuro acuerdo deberá contemplar "otros mecanismos y otras políticas" para prevenir las presiones de especies invasoras, contaminación de plásticos o el cambio climático. 

De hecho, insistió en tratar todos estos aspectos “de una manera holística”.

Relevancia mediática

Nicolas Fournier lamentó la poca atención mediática que la COP15 está recibiendo en comparación con la pasada COP27, celebrada en Sharm el-Sheij (Egipto), y criticó el papel de China como país anfitrión, ya que “no ha puesto mucho esfuerzo en dar importancia al encuentro”.

Aseguró que la pérdida de biodiversidad es algo “menos visible” que la crisis climática, debido a que en la actualidad la mayoría de la población mundial vive en ciudades, alejada de los entornos naturales, lo que dificulta su comunicación. 

Informó que la industria, en especial la extractiva, se encuentra presente en las negociaciones que están teniendo lugar en Montreal a través de delegaciones: “Hay un montón de influencias que intentan minimizar el alcance de las políticas”. 

Una UE “más ejemplar”

El director de campañas de áreas marinas protegidas de Oceana en Europa aseveró que la Unión Europea (UE) debería tener una actitud más “ejemplar” en este encuentro.

Pese a que para Fournier hay países europeos con planes “más ambiciosos” para revertir la pérdida de biodiversidad, opinó que “como bloque, su papel requiere de una responsabilidad mayor”. 

Al margen de la COP, se mostró disconforme con el reciente acuerdo de pesca para 2023 alcanzado entre los ministros de la UE el pasado 13 de diciembre, estimando que no tuvieron en cuenta las recomendaciones científicas a la hora de establecer las cotas de pesca. 

Sin embargo, espera que el próximo Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD por sus siglas en inglés) alcanzado en Montreal pueda contribuir “positivamente” a lograr futuros acuerdos más sostenibles. 

“Y no solo para la pesca”, dijo Fournier, quien aseguró que el futuro acuerdo “marcará la dirección para los próximos diez años en términos de protección de la naturaleza”, siendo un marco “que todos los países del mundo tendrán que respetar, incluida la UE”. 

Pablo Rojo Escalona para EFE