Las conclusiones del estudio amplía los trabajos hechos antes en la Universidad de Michigan, la Universidad de Harvard y la Universidad de la Ciudad de Nueva York donde los investigadores aplicaron electricidad mediante sensores en los cráneos de pacientes con migraña crónica, y encontraron una disminución en la intensidad y el dolor de sus ataques. Sin embargo los investigadores no pudieron explicar completamente entonces el cómo y el por qué de ese alivio.
El estudio presente ayuda a explicar qué ocurre en el cerebro que disminuye el dolor durante las breves sesiones con electricidad, dijo Alexandre DaSilva, profesor asistente de ciencias materiales y biológicas en la Escuela de Odontología de la UM y director del Laboratorio de Dolor de Cabeza y Orofacial en esa escuela.
DaSilva y sus colegas administraron, por vía intravenosa, un trazador radiactivo que alcanzó áreas importantes del cerebro en un paciente con dolor neuropático trigeminal (TNP por su sigla en inglés), un tipo de dolor facial grave. Los investigadores aplicaron los electrodos y estimularon eléctricamente el cerebro justo por encima de la corteza motriz del paciente durante veinte minutos en el curso de una tomografía por emisión de positrón (PET scan en inglés). El estímulo se denomina estímulo transcraneal con corriente directa (tDCS).
El trazador radioactivo se diseñó específicamente para medir, indirectamente la liberación local en del cerebro de mu-opioide, una sustancia natural que altera la percepción del dolor. A fin de que el opioide funcione debe enlazarse con el receptor de opioide mu (el estudio evaluó los niveles de este receptor).
"Bien puede decirse que éste es el recurso principal en el cerebro para la reducción del dolor", dijo DaSilva. "Estamos estimulando la liberación de los recursos propios de nuestro cuerpo a fin de proporcionar analgesia. En lugar de administrar más opioides farmacéuticos afectamos directamente y activamos las mismas áreas del cerebro donde ellos funcionan. (Por lo tanto) podemos incrementar la potencia de este efecto contra el dolor y aún disminuir el uso de opioides en general con la consecuencia de que evitamos los efectos secundarios, incluida la adicción".
La mayoría de los opioides farmacéuticos, especialmente la morfina, apuntan a los receptores de opioide mu en el cerebro, dijo DaSilva.
La dosis de electricidad es muy pequeña, añadió el investigador. La terapia electroconvulsiva (ECT por su sigla en inglés) que se usa para el tratamiento de la depresión y otras condiciones psiquiátricas usa en el cerebro un amperaje que va de 200 a 1.600 miliamperes. El protocolo de tDCS usado en el estudio de Dasilva aplicó 2 miliamperes, esto es mucho más bajo que en ECT.
Una sola sesión mejoró inmediatamente el umbral de dolor frío para el paciente en un 36 por ciento, pero no el dolor clínico, facial en TNP, del paciente. Eso indica que se requieren estimulaciones eléctricas repetidas en varias sesiones para que haya un efecto duradero sobre el dolor clínico según lo que se ha mostrado en anteriores estudios de la migraña, dijo DaSilva.
(Fuente. Universidad de Michigan)
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]