Restos de cohetes lanzados por SpaceX están contaminando la playa de Bagdad, en el estado mexicano de Tamaulipas, justo frente a la base de lanzamiento Starbase, ubicada en Texas.

Según denunció la ONG local Conibio Global, los desechos incluyen plásticos, metales y adhesivos que ponen en riesgo la fauna del lugar, especialmente a la tortuga lora, una especie marina en peligro de extinción.

Según informó CNN, desde noviembre de 2024, el veterinario Jesús Elías Ibarra y su equipo han documentado la presencia de fragmentos como aluminio con etiquetas de SpaceX, goma sólida, plástico de burbujas, tubos de acero y adhesivos azules. “En medio kilómetro de los 40 kilómetros de costa ya recolectamos una tonelada de basura”, aseguró Ibarra al medio. La ONG afirma que ha entregado los restos a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

A pesar de que SpaceX declaró en redes sociales que ofreció recursos y pidió apoyo al gobierno mexicano para la recuperación de materiales, Ibarra afirma que no ha habido contacto directo con la empresa. También denunció que durante tareas de recolección fueron hostigados por drones que los filmaban desde el aire.

El activista advirtió que los fragmentos podrían ser ingeridos por tortugas y que las vibraciones generadas por los lanzamientos “compactan la arena e impiden que las crías salgan de sus nidos”. Según sus estimaciones, al menos 300 crías han muerto por este fenómeno. Además, se reportaron daños menores en viviendas de ciudades fronterizas y vegetación quemada en la ribera del río Bravo tras una reciente explosión de un cohete el 19 de junio.

Conibio Global, que rastrea los lanzamientos de SpaceX para anticipar la caída de escombros, estima que la limpieza ha costado más de US$ 26.000 en operativos, transporte, salarios y materiales. “Somos un grupo muy pequeño, es imposible limpiar todo”, lamentó Ibarra.

Aunque las piezas más grandes ya fueron retiradas con apoyo de la Secretaría de Marina de México, Ibarra sostiene que la contaminación persiste: “Los restos siguen ahí. Ya no son tan visibles porque las mareas los han enterrado, pero hay que retirarlos tarde o temprano”.

En conferencia de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que existe contaminación y que su gobierno evalúa posibles medidas legales “en el marco de las leyes internacionales”. Hasta ahora, la Secretaría de Medio Ambiente y el gobierno de Tamaulipas no han respondido a las consultas de la prensa sobre el tema.

Por su parte, SpaceX sostiene que los restos no representan riesgos químicos ni biológicos y que tienen derecho a recuperarlos según el Tratado del Espacio Exterior. También acusó a personas no identificadas de invadir propiedad privada durante las tareas de recolección, aunque no especificó a qué terrenos se refería.

Mientras tanto, las tortugas siguen conviviendo con el legado de los lanzamientos. “Es frustrante ver que una empresa con tantos recursos no se haga cargo directamente”, concluyó Ibarra.