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Tecnología

Por The New York Times

Es posible que Tesla ya haya ganado la guerra de los puntos de recarga

Puede que Mary Barra y Elon Musk sean rivales comerciales intensos, pero sonaron como viejos amigos cuando conversaron en Twitter.

28.06.2023 12:10

Lectura: 6'

2023-06-28T12:10:00-03:00
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Por The New York Times | Jack Ewing

Puede que Mary Barra y Elon Musk sean rivales comerciales intensos, pero sonaron como viejos amigos cuando conversaron en Twitter este mes sobre un acuerdo que podría ayudar a eliminar una de las mayores barreras para la propiedad de vehículos eléctricos: no hay suficientes puntos de recarga.

Barra, directora ejecutiva de General Motors, acababa de aceptar seguir a Ford Motor en la adopción de la tecnología de carga desarrollada por Tesla, la compañía fabricante de automóviles dirigida por Musk. Los acuerdos permitirán a los clientes de GM y Ford utilizar algunos de los puntos de recarga rápida de Tesla. El miedo a no encontrar un punto de recarga es una de las razones principales por las que algunas personas dudan en comprar autos eléctricos, según muestran las encuestas.

Barra alabó al “fantástico” equipo de Tesla. Musk dijo que era un “honor” trabajar con ella.

Debajo de la superficie de esas cortesías probablemente hubo algunos cálculos corporativos difíciles. GM, Ford y numerosas empresas de carga y proveedores de equipos han acordado trabajar con Tesla porque necesitan desesperadamente la ayuda de la empresa. Además de vender más autos eléctricos en Estados Unidos que todos los demás fabricantes de automóviles combinados, Tesla opera la red de carga rápida más grande del país.

Pero la decisión de trabajar con Tesla conlleva grandes riesgos para el resto de la industria automotriz, la cual dependerá de Musk, un líder temperamental, para una tecnología esencial. El sistema de carga patentado de Tesla, que recientemente comenzó a llamarse Estándar de Carga de América del Norte, no está supervisado por una organización independiente como lo están otros estándares técnicos. La compañía ha dicho que tiene la intención de entregar el control a un órgano de este tipo, pero algunos competidores se muestran escépticos sobre cuánto control cedería Tesla.

El acuerdo también conlleva riesgos para Tesla. El acceso exclusivo a las estaciones de carga de la compañía, algunas de las cuales ya experimentaban largas filas durante los horarios de viaje más concurridos, ha ayudado a la compañía a vender autos a clientes que podrían molestarse por tener que esperar detrás de autos Ford y Chevrolet.

Las batallas por los estándares técnicos son comunes con cualquier nueva tecnología. Los resultados pueden ser dolorosos para las empresas o los consumidores que apuestan por la opción equivocada. Basta con preguntarle a cualquiera que haya comprado o invertido en una grabadora de video, un teléfono celular o un reproductor de música digital que luego se volvió obsoleto.

Lo que está en juego con los automóviles es mucho mayor: cuestan decenas de miles de dólares y remplazar los vehículos a gasolina con modelos eléctricos es clave para abordar el cambio climático.

Algunos funcionarios de la industria temen que las complicadas maniobras corporativas sobre la tecnología de carga puedan desanimar a las personas de comprar vehículos eléctricos.

“Genera confusión”, afirmó Oleg Logvinov, presidente para América del Norte de la Iniciativa de Interfaz de Carga. La organización es un foro para fabricantes, proveedores de equipos y empresas de tecnología de carga que utilizan el principal rival del estándar de Tesla, conocido como Sistema de Carga Combinado (CCS, por su sigla en inglés).

Según Logvinov, los compradores “probablemente esperarán hasta que se sepa cuál va a ganar”.

Ford, GM y la mayoría de los fabricantes aparte de Tesla han fabricado automóviles con enchufes CCS, que son el estándar en Europa. Las redes de carga operadas por empresas como Electrify America y EVgo ofrecen principalmente enchufes CCS.

El enchufe de Tesla es más liviano y fácil de manejar, pero solo encaja en los autos de la compañía. Según los acuerdos con Ford y GM, Tesla ofrecerá un adaptador a principios del próximo año que permitirá a los automóviles de esos fabricantes conectarse a unos 12.000 de sus puntos de recarga rápidos en Estados Unidos. En 2025, Ford y GM planean fabricar modelos diseñados para aceptar el enchufe Tesla sin necesidad de un adaptador.

La influencia combinada de Tesla, GM y Ford obliga a los operadores de redes de carga a instalar enchufes Tesla y eso podría causar que el enchufe CCS quede obsoleto —al menos en América del Norte— en los próximos años. Rivian, una compañía de vehículos eléctricos más pequeña, anunció la semana pasada que también se cambiará al enchufe de Tesla y otros fabricantes también están considerando hacerlo.

“Para nosotros es importante garantizar que la carga sea realmente accesible y fácil para los clientes”, afirmó en una entrevista R. J. Scaringe, director ejecutivo de Rivian.

A medida que el enchufe Tesla se convierta en el predominante, las personas con autos diseñados para usar el enchufe CCS se volverán cada vez más dependientes de los adaptadores que, por seguridad, tienen límites en cuanto a la cantidad de voltaje que pueden manejar y, por ende, cargarán más lentamente.

El sistema de Tesla es conocido por ser confiable y fácil de usar, mientras que los cargadores CCS pueden ser quisquillosos. La frustración con la red de carga existente es claramente una de las razones por las que Ford y GM decidieron aliarse con Tesla.

“No creo en absoluto que esto estuviera sucediendo si las otras redes fueran más confiables”, aseguró Ben Rose, presidente de Battle Road Research, que monitorea la industria de los vehículos eléctricos.

Sin embargo, una de las razones por las que el sistema de Tesla funciona bien es que la empresa diseña y fabrica todo el sistema: el automóvil, el software y el hardware de carga. Tesla perderá el control absoluto una vez que otros fabricantes de automóviles se unan a su red.

Operar puntos de recarga que pueden alimentar docenas de vehículos de muchos fabricantes es extremadamente difícil.

“Cargamos 50 modelos diferentes”, dijo Cathy Zoi, directora ejecutiva de la empresa de carga EVgo, a una audiencia en Nueva York este mes. Los fabricantes a veces no informan a EVgo sobre los cambios en el software del vehículo, afirmó, lo que genera problemas de conexión. “Y se culpa al punto de recarga”, afirmó. Los competidores están apostando a que los reguladores gubernamentales intervendrían si Tesla intentara crear un monopolio de carga. Algunos están contentos de que alguien esté tomando la iniciativa para eliminar un impedimento importante para las ventas de vehículos eléctricos.

“Realmente estamos en una curva de crecimiento acelerado”, aseveró Brendan Jones, director ejecutivo de Blink Charging, que planea instalar enchufes Tesla en su red. “Esto realmente impulsará la industria hacia adelante”. Un puerto de recarga de Tesla en Long Beach, California, el 20 de mayo de 2023. (Alisha Jucevic/The New York Times) Una estación de carga EVgo en Berkeley, California, el 20 de agosto de 2021. (Cayce Clifford/The New York Times)