El “sexo desenfrenado” amenaza sistema de dunas en Ibiza

Es Cavallet es una de las playas más vírgenes de la isla española de Ibiza. Vecina de la siempre concurrida Playa de Salinas, con la que comparte el mismo status de parque natural, Es Cavallet aún presume de unos hermosos arenales, custodiados por unas dunas de importante valor ecológico. Es precisamente en estas dunas donde muchos bañistas aprovechan para hacer el amor con desconocidos, amenazando el frágil ecosistema de la zona.

"En el mundillo gay, Es Cavallet es el no va más, especialmente para el cruising", informa el periódico local Diario de Ibiza. Numerosas páginas web especializadas recomiendan esta playa como paraíso del ‘cruising', modalidad que consiste precisamente en encuentros sexuales a cielo abierto con perfectos desconocidos.
"Si tienes ganas, puedes pasearte por las dunas en busca de ‘aventuras'", aconseja la página web Sexo Casual. "Darte un garbeo por Es Cavallet y no refocilar con algún desconocido es como ir a París y no visitar Notre Dame", compara de modo harto gráfico el citado medio.

La playa ibicenca es una de las más renombradas de España para practicar el cruising, compitiendo con Es Trenc (Mallorca), Maspalomas (Gran Canaria) o Balmins (Sitges).

Pero tanto sexo entre humanos está perjudicando la flora endémica de las dunas. El biólogo Joan Carles Palerm, presidente del grupo ecologista GEN, asegura que "el libre acceso provoca el descabalgamiento de las dunas y la quiebra de sus estructuras". En su furor erótico, los amantes "pisotean y rompen la primera estructura defensiva formada por la vegetación en línea, la de los molinets", explica.

Si bien el nudismo es legal en cualquier playa del país, la práctica de sexo al aire libre está penada con multa, aunque dicha pena -detalla el periódico- rara vez se aplica en la isla, conocida por su manga ancha en ese tipo de cuestiones.