Contenido creado por Martín Otheguy
Ciencia

Efectos secundarios

El otro efecto de la pandemia: baja en cuadros virales y venta de productos estacionales

El químico farmacéutico Bernardo Borkenztain analiza cómo las medidas tomadas por el coronavirus tuvieron impacto por fuera de la pandemia.

07.07.2020 10:14

Lectura: 5'

2020-07-07T10:14:00-03:00
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Por Q.F. Bernardo Borkenztain

borky@montevideo.com.uy

Un tema interesante a la hora de evaluar aspectos poblacionales es que como no se puede medir el total de los individuos de un contexto del tamaño de un país o una ciudad, es imprescindible remitirse a indicadores.

Los mismos son parámetros que sí se pueden determinar y que permiten, por vía más o menos directa, inferir algo sobre el estado de la población total. Obviamente nunca hay consenso total de cuál es el mejor o el más eficiente de los métodos o como definirlos, pero sí se pueden sacar algunas conclusiones.

Es importante entender que hay de dos tipos, cualitativos y cuantitativos. Los primeros implican determinar un valor de tipo "llave" (en el sentido de llave de luz) y permiten tener resultados de dos opciones. Es el caso de los kits de COVID-19, que permiten (con cierto error, recordemos) saber si la persona está o no infectada, pero no nos dicen nada por ejemplo de si está enferma o cuán contagiosa es. Otros índices como la temperatura corporal o algunos síntomas como tos, dolor de cabeza, anosmia, etcétera, pueden indicar también la enfermedad, pero en sí no nos dicen cuál es, puede ser o no COVID-19. Los cuantitativos permiten medir cantidades, evaluar y comparar los resultados.

En estos últimos meses es claro que el tema excluyente es todo lo que tiene que ver como evaluar el avance de la pandemia, y su evolución y expresiones como "aplanar la curva" se escuchan día sí y día también. La curva a que remite es la evolución de uno de estos indicadores, en particular el de nuevos contagios diarios medidos como test positivos en ese período de 24 horas.

Acá cabe la consideración de cuáles son los indicadores que significan o no lo que se desea determinar, porque para que el número de test positivos sea representativo de algo, se tienen que hacer muchos, como ahora que se ha llegado a más de mil en varios días. Es claro que, si se hicieran diez diarios y todos dieran negativo en una semana, eso no sería indicativo de nada. Mil, en cambio es otra cosa.

Otro tema interesante es el de cómo se eligen los elementos de las muestras, ya que no expresa lo mismo el número de positivos si se testea solamente a las personas sintomáticas que al azar en un territorio determinado. Tampoco es lo mismo que sea aleatorio en Treinta y Tres que tiene un brote activo, que, en Florida, donde no se han dado casos. Recordemos además que tampoco es lo mismo un test positivo que presencia de la enfermedad, ya que no solamente existen los asintomáticos, sino que por el análisis bayesiano la cantidad de positivos que son falsos es bastante alta.

Ahora bien, la pregunta que todo el mundo se está haciendo es si las medidas que se han tomado han sido efectivas para algo, siendo que no se pueden evaluar por separado ya que por la emergencia se tomaron en "paquete" varias simultáneas.

Así, el efecto de las mascarillas en los supermercados y el distanciamiento en los espacios públicos puede o no ser efectivo; eso es algo que también precisa ser demostrado, o, al menos, evaluado (1).

Un enfoque interesante es no discriminar el COVID-19 y ver qué está pasando con todos los cuadros respiratorios en el momento; no es de gran utilidad táctico estratégica, pero sí para responder a nuestra pregunta, y por nuestras averiguaciones, en efecto parece haber bastante menos casos que en años anteriores, con mucha menos gente en las emergencias (2) (algo que es obvio que fue estimulado por las medidas tomadas). 

Un aspecto que ha tenido bastante menos difusión al respecto es el de la evolución de ventas de productos estacionales, como pañuelos descartables, jarabes y antigripales, y ahí hay un dato relevante que nadie parece haber considerado. Las ventas han bajado, pero mucho; según datos que recabamos, más de un 30% en algunos casos, y en algunos puntuales, mucho más. Otros como tapabocas o sanitizantes de mano evidentemente explotaron, pero son preventivos y no paliativos.

El dato es interesante. Es obvio que la situación ha impactado en el número de casos, y si han bajado los casos en general, es claro que al menos en parte (podríamos afirmar que totalmente sin tanto riesgo) se debe a las medidas tomadas.

Para otro día será la discusión de si no se llegó a lo que se llama "overkill", o toma de medidas exageradas, pero eso no es para momentos de crisis. Dejemos pasar la ola, que si bien al teatro no podemos ir por suerte gracias al gobierno sí podemos surfear.

Q.F. Bernardo Borkenztain

(1) Con el obvio mamarracho que se produce en alguno ómnibus, en especial interdepartamentales que llevan gente hacinada y sin poder controlar el uso de los tapabocas.
(2) Claro que con clases suspendidas, sin teatros ni cines y con los locales de comida bajo protocolo de distanciamiento, muchos de los focos habituales como - y en particular - los jardines de infantes están desactivados.

Por Q.F. Bernardo Borkenztain

borky@montevideo.com.uy