Contenido creado por Gerardo Carrasco
Ciencia

Movimientos de la historia

El famoso terremoto que arrasó Lisboa en 1755 no habría sido tan fuerte como se creía

La gran destrucción sufrida por la abarrotada ciudad habría hecho que se sobreestimara la magnitud del sismo.

13.01.2020 15:52

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2020-01-13T15:52:00-03:00
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La magnitud del terremoto de Lisboa puede no haber sido tan alta como se ha estimado hasta ahora. El devastador sismo y posterior tsunami que azotaron Portugal en el Día de Todos los Santos en 1755 habría sido de 7.7 en la escala de Richter, bastante por debajo de los 8.5 a 8.9, que siempre se le han atribuido. Esta conclusión se desprende de un estudio del investigador João Duarte Fonseca, del Instituto Superior Técnico de la Universidad de Lisboa, publicado en EEUU en la última edición de la Seismological Society of America.

Para el científico portugués, que ha estudiado el legendario terremoto durante años y publicado vastos trabajos sobre el tema, la ubicación del epicentro fue en el océano, en la costa suroeste de la Península Ibérica, y también pueden haberse dado fallas sísmicas en tierra. Para llegar a esta conclusión, utilizó datos macrosísmicos de Portugal, España y Marruecos. Esta reevaluación podría tener implicaciones para el mapa de riesgo sísmico, dijo João Duarte Fonseca a la ya mencionada publicación. "Si bien el mapa oficial actual asigna el mayor nivel de riesgo al sur de Portugal, disminuyendo gradualmente hacia el norte, la interpretación presentada ahora concentra el riesgo en el área metropolitana de Lisboa", explicó.

El terremoto de 1755, junto con los incendios que se extendieron por toda la ciudad, se considera uno de los eventos más importantes en la historia sísmica, provocando la muerte de aproximadamente 20,000 personas, aunque hay estimaciones más altas. La devastación tuvo un impacto significativo en la economía de Portugal y sus implicaciones filosóficas y teológicas fueron ampliamente discutidas por los estudiosos de la Ilustración, desde Voltaire hasta Immanuel Kant.

Según Duarte Fonseca, la devastación generalizada de la ciudad fue lo que siempre hizo pensar que el sismo una gran magnitud. Sin embargo, en necesario tener en cuenta que la Lisboa de entonces era una de las principales ciudades del mundo, meca comercial e imperial de occidente.

En ese sentido, la superpoblación, y la abundancia de construcciones pudo maximizar los daños. Asimismo, al tratarse de las vísperas de un día sagrado, las numerosísimas iglesias de la ciudad estaban llenas de feligreses y de velas encendidas. Una "receta perfecta" para la muerte y la destrucción.

Duarte Fonseca intentó entonces entender mejor cómo sucedió todo y, a través de técnicas modernas de modelado y una mejor comprensión de la tectónica de la región, concluyó que era importante revisar las estimaciones aceptadas hasta ahora.

El terremoto de 1755 se considera inusual ya que provocó daños extremos a cientos de millas de su epicentro. "Las explicaciones dadas para el daño extremo en Lisboa tienden a invocar una atenuación inusualmente baja de la energía sísmica a medida que las ondas se alejan del epicentro, algo que no debería observarse en ningún otro lugar del mundo", explicó el sismólogo. "Los intentos actuales de armonizar la evaluación del riesgo sísmico en Europa enfrentan grandes discrepancias en esta región, que deben investigarse para una mejor mitigación y gestión del riesgo a través de códigos de construcción y planificación del uso del suelo", sostuvo.

Dos terremotos en tierra

En su estudio, João Duarte Fonseca utilizó 1206 puntos de datos macrosísmicos para reevaluar la magnitud y el epicentro del terremoto de 1755. El análisis indica que algunas de las intensidades sísmicas muy altas reportadas en el Valle del Tajo y el Algarve (sur de Portugal) pueden haber sido causadas por dos terremotos separados en estos sitios. Estos terremotos, que ocurrieron unos minutos después de una ruptura en el mar, pueden haber sido provocados a su vez por el primer terremoto, señala el sismólogo portugués.

La nueva estimación de magnitud para el terremoto de 1755 es similar a la de otro terremoto regional importante: la magnitud 7,8 registrada en 1969 en el Banco de Gorringe, en medio del Atlántico y a más de 200 km de la costa portuguesa. Sin embargo, el daño causado por este terremoto fue mucho menos severo, en parte debido a que las fallas a tierra no acumularon suficiente tensión para que estuvieran "listas para la ruptura", dice João Duarte Fonseca.

El sismólogo también sugiere que el nivel destructivo del tsunami de 1755 puede deberse a la presencia de un gran cuerpo sedimentario producido por la subducción de placas en el fondo del océano en el Golfo de Cádiz, que puede generar un tsunami incluso sin una ruptura de magnitud extrema, según infroma el periódico lisboeta Diário de Notícias.