EA recortó gran parte de su personal y canceló un nuevo juego de Titanfall en Respawn

La compañía de videojuegos Electronic Arts (EA) despidió entre 300 y 400 trabajadores esta semana, incluidos cerca de 100 empleados en Respawn Entertainment, su estudio californiano responsable de franquicias como Titanfall, Apex Legends y Star Wars Jedi Fallen Order. Además, canceló un juego ambientado en el universo de Titanfall que se encontraba en desarrollo.

“Hemos tomado la decisión de alejarnos de dos proyectos en fase de incubación y de hacer ajustes puntuales en Apex Legends y Star Wars Jedi”, escribió Respawn en un comunicado publicado en X. Según informó Bloomberg, pese a los cambios, la compañía aseguró que continuará trabajando en la próxima temporada de Apex y en una nueva entrega de la saga Jedi, que buscará “elevar aún más el nivel en narrativa y jugabilidad”.

Titanfall fue el primer juego lanzado por Respawn en 2014, un shooter multijugador en primera persona ambientado en un universo de ciencia ficción, donde soldados y mechas combaten en escenarios futuristas. Aunque no alcanzó ventas masivas, el título fue muy bien recibido por la crítica y cimentó la reputación del estudio. Su secuela, Titanfall 2, ganó notoriedad por su modo campaña innovador y su sistema de movimiento libre, que influenciaría luego a Apex Legends, el battle royale gratuito que desde 2019 se mantiene como una de las propiedades más rentables de EA.

Un portavoz de la empresa señaló a Reuters que la reestructura responde a un ajuste para alinear mejor los equipos con las prioridades estratégicas a largo plazo y “dirigir los recursos para fomentar el crecimiento futuro”.

Los despidos ocurren en un contexto complicado para la empresa. En enero, EA había rebajado su pronóstico anual de ingresos, atribuyendo la baja a una menor inversión de los jugadores en títulos como FC 25 —su saga futbolística sucesora de FIFA— y al rendimiento inferior del nuevo Dragon Age, aún sin fecha de lanzamiento.

De acuerdo a datos actualizados a marzo de 2024, la empresa cuenta con 13.700 empleados a nivel global, de los cuales el 66% se encuentra fuera de Estados Unidos.