Disney anunció un acuerdo histórico con OpenAI que redefine cómo sus franquicias podrán utilizarse en entornos de inteligencia artificial. La compañía de Bob Iger invertirá USD 1.000 millones en la firma de Sam Altman y otorgará licencias para que más de 200 personajes de Disney, Marvel, Pixar y Star Wars puedan aparecer en videos generados por Sora, así como en experiencias dentro de ChatGPT a partir de 2026.

El convenio, de tres años, convierte a Disney en el primer gran socio de contenido para la app de video con IA, que desde su lanzamiento escaló rápidamente entre usuarios que buscan generar clips cortos mediante descripciones. Según OpenAI, Sora podrá usar escenarios, vehículos, trajes y criaturas de distintas franquicias en producciones creadas por los fans.

Además de licenciar su biblioteca, Disney se transformará en cliente corporativo, incorporando ChatGPT Enterprise para sus equipos internos. La estrategia responde a una preocupación creciente dentro del sector: el estancamiento del tiempo de visionado en plataformas de streaming, pese al aumento en la inversión en producciones originales. Para Iger, la IA puede ofrecer nuevas formas de interacción directa con sus marcas en un momento en que los contenidos generados por usuarios ganan terreno.

Disney aclaró que el acuerdo no incluye voces ni rostros de actores, un punto sensible tras los debates de los últimos años en Hollywood. Iger sostuvo que el modelo “honra el trabajo creativo” porque opera en un marco de licencias oficiales y con límites estrictos para evitar usos indebidos.

El anuncio llegó apenas un día después de que la compañía enviara una carta de cese y desistimiento a Google, acusándola de reproducir obras protegidas “a gran escala” para entrenar modelos de IA. Según reveló Variety, Disney sostiene que imágenes derivadas de franquicias como Frozen, Deadpool o Star Wars fueron generadas sin autorización. La empresa ya había enviado comunicaciones similares a Meta y Character.AI.

La inversión aparece en un momento crucial para OpenAI, que proyecta destinar más de un billón de dólares a infraestructura y centros de datos durante los próximos años. Altman ya había adelantado que los grandes estudios terminarían integrándose a Sora si podían establecer condiciones claras de control y seguridad sobre la propiedad intelectual.

Con esta alianza, Disney también explorará experiencias interactivas dentro de Disney+, potenciadas por los modelos de OpenAI, lo que abre la puerta a herramientas personalizadas y formatos participativos basados en sus franquicias.

El acuerdo marca un cambio decisivo en la relación entre Hollywood y la inteligencia artificial: Disney abre parte de su bóveda creativa, pero bajo un sistema regulado, mientras combate lo que considera usos ilegítimos por parte de otras tecnológicas. Con OpenAI, en cambio, apuesta a un ecosistema donde los fans podrán crear contenido dentro de un marco oficial y las marcas mantendrán control sobre cómo se usan sus universos narrativos.