Un grupo de farmacólogos de la Universidad de Texas Southwestern ha identificado una hormona que podrá revertir los efectos de la intoxicación por alcohol. En un experimento con ratones, la hormona tuvo un claro efecto “aleccionador”, lo que llevó a los científicos a preguntarse si también podría ser eficaz en humanos.

La hormona es FGF21, y los hígados humanos y de roedores la producen naturalmente. FGF21 normalmente ayuda a regular el metabolismo manteniendo la glucosa bajo control después de las comidas y adaptando el cuerpo a la cetosis (un componente vital de la controvertida pero popular “dieta cetogénica”).

Cuando los animales, incluidos los humanos, consumen frutas o jugos fermentados, el etanol en esos consumibles hace que el hígado produzca mayores cantidades de FGF21 para evitar una intoxicación rápida y daño hepático.

Esta información llevó a los investigadores de UT Southwestern a preguntarse, si dosis más altas de FGF21, podrían revertir los efectos de la intoxicación aguda por alcohol. En un experimento, los investigadores alimentaron a los ratones con una dosis única de etanol y esperaron de 15 a 20 minutos para que perdieran el conocimiento. Luego, el equipo inyectó FGF21 a algunos de ellos.

Los que recibieron inyecciones tardaron aproximadamente una hora y media en recuperar la conciencia, mientras que los ratones que no, tardaron el doble en recuperar la sobriedad.

Estos resultados dieron paso a experimentos que imitaban el consumo de alcohol humano más informal. Los investigadores alimentaron a los ratones con dosis más pequeñas de etanol, lo que provocó que perdieran el sentido de la coordinación y la estabilidad motora.

Nuevamente, algunos ratones intoxicados recibieron inyecciones de FGF21, mientras que otros no. Los ratones inyectados recuperaron su sentido de coordinación y control más rápido que los que no recibieron la hormona.

El tiempo adicional en el laboratorio reveló que FGF21 ayudó a los ratones a recuperar la sobriedad al activar las neuronas en el locus coeruleus, que ayudan a regular la excitación y el estado de alerta. Esto, combinado con la tendencia de la hormona a inducir el consumo de agua, podría permitir que varias especies recuperaran la sobriedad en la mitad del tiempo habitual. Pero FGF21 no parece afectar el metabolismo del alcohol; los ratones con y sin la hormona inyectada tenían las mismas concentraciones de alcohol en la sangre después de los experimentos de los investigadores.

Hay muchas razones por las que una persona podría querer “desintoxicarse”, pero UT Southwestern se enfoca en una en particular: el envenenamiento por alcohol. El alcohol no solo es una de las principales causas de muerte entre los adultos jóvenes, sino que un promedio de seis personas muere todos los días por intoxicación alcohólica solo en los Estados Unidos.