Contenido creado por Gerardo Carrasco
Ciencia

Vigencia de un clásico

Cosas que no cambian: hallan “grafiti” milenario con puteada y dibujo de un pene

Ocurrió en Gran Bretaña. Al parecer, el autor de la pieza tenía una muy mala opinión acerca de un tal Secundinus.

13.06.2022 10:41

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2022-06-13T10:41:00-03:00
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“Dale a un hombre un pescado y comerá un día. Dale un bolígrafo y dibujará un pene”, reza una humorada que circula desde hace años en redes sociales.

Al parecer, los dibujos de partes pudendas en lugares públicos y las leyendas con insultos hacia el prójimo son casi tan antiguos como la capacidad de escribir. O al menos así lo sugiere una milenaria inscripción localizada recientemente en el Reino Unido.

El hallazgo en cuestión se produjo en Northumbria, región del norte de Inglaterra. Tiene unos 1.700 años, y corresponde a los tiempos en los que la mayor parte de Gran Bretaña formaba parte del imperio romano.

La piedra fue analizada por expertos y la leyenda que en ella se leía resultó ser un insulto sencillo y de perenne vigencia.

"SECVNDINVS CACOR",  reza el texto en cuestión, algo que podría traducirse como "Secundinus, hijo de puta", y es probablemente el registro de la opinión poco halagüeña que un soldado romano tenía de un colega.

Andrew Birley, director ejecutivo de Vindolanda Trust,  organización sin fines de lucro que administra el sitio arqueológico donde se encontró la piedra con la inscripción, comentó el peculiar mensaje.

“Su autor claramente tenía un gran problema con Secundinus y tenía la confianza suficiente para anunciar públicamente sus pensamientos en una piedra. No tengo ninguna duda de que a Secundinus no le habría divertido ver esto cuando estaba deambulando por el lugar", comentó Birley con humor en declaraciones al periódico Daily Mail.

Es posible que el grafiti encontrado no proporcione información sobre el contexto social de su época, pero sigue siendo valioso para mostrar cómo se manifestaba la falta de amistad en la relación entre dos individuos específicos dentro del Imperio Romano.

“Esto nos recuerda que, si bien el ejército romano podía ser extremadamente brutal, especialmente con la población nativa, no se privaban de insultarse unos a otros", aseguró Birley.

A una distancia de diecisiete siglos, hoy ignoramos la identidad del autor del grafiti y cuál era la desavenencia que mantenía con el tal Secundinus, de quien no sabemos más que el nombre. Sin embargo, el insulto breve y directo mantiene viva la afrenta, pese a que su emisor y su destinatario son ya parte del inexorable olvido.