Contenido creado por Gerardo Carrasco
Ciencia

Te lo dije

Chismorrear y hablar de otros a sus espaldas es sano y nos hace humanos, afirman expertos

Chismorrear y hablar de otros a sus espaldas nos hace humanos, es sano y puede prolongar la vida, afirma experto en psicología evolutiva.

09.06.2015 11:37

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2015-06-09T11:37:00-03:00
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Está mal visto pero todos lo hacemos: contar chismes y hablar de personas que no están presentes.

La mayoría de la gente se siente un poco culpable luego de hablar a espaldas de un colega, amigo o vecino. Sin embargo, los científicos han elaborado la "Teoría del chisme", que asegura que este tipo de diálogo es parte de lo que nos hace humanos, y puede ayudarnos a gozar de una vida más larga.

Robin Dunbar, profesor de psicología evolutiva de la Universidad de Oxford, asegura que este tipo de comunicación acarrea información relevante, por lo que es "algo muy importante" para mantenernos vivos.

"Tiene un efecto en la esperanza de vida más grande que cualquier cosa, excepto el renunciar a los cigarrillos", sostuvo Dunbar en una reciente entrevista con el periódico inglés The Telegraph.

"Tu red social tiene un efecto enorme en tu felicidad y bienestar", sostiene Dunbar, refiriéndose con red social a las personas con las que interactúa una persona, no necesariamente en modo virtual.

"El problema que tenemos es cómo mantener nuestras redes sociales. La lengua evolucionó para permitirnos mantener aceitadas estas redes, estar al día y contar historias, lo cual es muy importante para la cohesión comunitaria", explica.

"El cotilleo consiste en charlar con la gente y estar al día con el mundo social en el que se vive. Así que el chisme es lo que nos hace humanos", sostiene, recordando que "el uso de chismes como algo negativo no se vio hasta el siglo XVIII".

La idea de Dunbar es que a medida que el lenguaje se fue desarrollando, permitió a los humanos comunicarse mejor, los hizo más propensos a transmitir información útil, lo que a su vez hizo posible que vivieran en grupos más grandes.

"Las nuevas habilidades lingüísticas, que los humanos modernos adquirieron hace unos 70.000 años, los capacitó para intercambiar chismes por horas y horas", dijo Yuval Noah Harari, profesor de historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, entrevistado por el mencionado periódico.

"Contar con información fiable acerca de en quién se podía confiar, significaba que los pequeños grupos podían expandirse y transformarse en grandes clanes", detalla.

"Incluso hoy en día la gran mayoría de la comunicación humana —ya sea en forma de correos electrónicos, llamadas telefónicas o columnas de los periódicos— es el chisme", dice Harari, para luego coincidir con el planteo evolutivo de su colega británico: "El chisme se produce con tanta naturalidad que parece que nuestro lenguaje hubiera evolucionado para eso".

Además, consideró que los primeros correveidile o "traficantes de rumores", fueron los primeros periodistas de la especie humana, ayudando a que los individuos contaran con información que les permitiera discernir en quién confiar y en quién no.

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