En una apuesta por reinventar la infraestructura digital del futuro, China puso en marcha un innovador centro de datos submarino frente a la costa de Shanghái, alimentado casi exclusivamente por energía eólica marina y diseñado para albergar aplicaciones de inteligencia artificial de alto consumo energético.
La instalación, gestionada por Shanghai Hailanyun Technology , es un proyecto piloto de 24 megavatios que se presenta como un modelo escalable hacia centros de datos de hasta 500 megavatios, una capacidad comparable con los más grandes del mundo.
Refrigeración natural y energía limpia.
A diferencia de otros enfoques —como los centros de datos flotantes o con sistemas de bombeo de agua de mar— esta instalación sumerge sus servidores en módulos estancos bajo el agua , lo que reduce el consumo energético distribuido para refrigeración y aumenta la eficiencia térmica , uno de los mayores desafíos de la infraestructura digital moderna.
Con un índice de eficiencia energética (PUE) estimado en 1,15, muy por debajo del promedio mundial, el proyecto cumple con la regulación china que exige que no más del 25% de la energía total se destine a refrigeración.
Además, el uso de energía eólica marina reduce la huella de carbono casi a cero y permite consumir electricidad cerca de su punto de generación, un punto crítico para la sostenibilidad del sistema energético.
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