La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, siglas en inglés) invitó a científicos de todo el mundo, incluidos los de Estados Unidos, a solicitar muestras lunares que la agencia ha recogido en sus misiones Chang’e 5 y Chang’e 6, a pesar de las “inconsistencias” mostradas por el país norteamericano.

En un comunicado publicado este viernes, la CNSA indicó que da la bienvenida a las solicitudes de científicos de “diversos países” para las muestras, pero que deben seguir “canales apropiados y procedimientos de aplicación chinos”.

La invitación se produce en respuesta a comentarios del embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns, quien el pasado 12 de diciembre afirmó que cree que el gigante asiático “no tiene intención de colaborar” con su país en la exploración lunar.

En su publicación, la CNSA expresó su confusión por la contradicción entre el discurso de cooperación de Estados Unidos y la ‘Enmienda Wolf’, que prohíbe la colaboración espacial con China.

“Lo que me desconcierta es que, aunque Estados Unidos sigue hablando de cooperación, algunas personas, por otro lado, elogian en gran medida la ‘Enmienda Wolf’ que restringe la colaboración con la industria espacial de China y han dicho en diferentes ocasiones que la ‘Enmienda Wolf’ debería hacerse permanente”, destacó Xu Hongliang, portavoz del organismo chino.

“No entiendo si Estados Unidos está jugando con las palabras o pasando la responsabilidad”, agregó el portavoz, que además puntualizó que Pekín “nunca ha tenido ningún documento, regulación o cláusula que restrinja la cooperación” entre ambas naciones en materia espacial.

La ‘Enmienda Wolf’, aprobada en 2011 por el Congreso de los Estados Unidos, prohíbe a la NASA y a otras agencias gubernamentales estadounidenses colaborar con China en proyectos espaciales, salvo en casos excepcionales, por los lazos militares de su programa espacial.

La ley ha sido criticada por algunos expertos, que consideran que dificulta la cooperación espacial entre las dos potencias, como demuestra el hecho que cada país participe en un proyecto de estación espacial diferente, y perjudica a la ciencia.

En 2024 es probable que la estación espacial china, llamada Tiangong, ‘Palacio celestial’ en mandarín, se convierta en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por la ‘Enmienda Wolf’, se retira ese año tal y como está previsto.

China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en ‘amartizar’.

EFE