La semana pasada circuló en redes sociales una búsqueda poco común: o se trataba de dar con el paradero de una persona ausente o una mascota extraviada, sino de localizar el cadáver de un animal silvestre.

Tal como informáramos, se había difundido la imagen de un felino autóctono muerto. El animalito había sido atropellado y su cuerpo había sido depositado a la vera de la ruta 1, a la altura del kilómetro 107.

La noticia llegó hasta Nadia Bou, magíster en ciencias biológicas-genética, y generó de inmediato su interés.

La profesional subrayó que el margay es un animal que habita en el este del país, y no en la zona del hallazgo. Por lo tanto, consideró relevante hacerse con el cuerpo para tomarle muestras y confirmar que se trataba de un margay y no de un gato montés con pelaje atípico.

Entusiasmada, la científica se trasladó hasta el lugar, pero al arribar se topó con una desagradable sorpresa: el cuerpo había desaparecido.

A partide de se momento se inició una “campaña de búsqueda”, con la ayuda en rede sociales de la cuenta de Uruguay Fototrampeo y la emisora coloniense Radio del Oeste.

Horas más tarde llegó un mensaje revelador: "Hola, yo corrí el gato de lugar para que no lo rompan cuando pasen a cortar el pasto por la ruta."

Posteriormente, Nadia regresó al lugar y, con nuevas indicaciones, se dirigió capo adentro hasta el sitio donde, efectivamente, reposaba el infortunado animal.

"Agarré una muestrita de la oreja del animal, una muestra chiquita con la cual después voy a hacer la extracción de ADN y análisis genéticos”, dijo Bou a la citada emisora.

“Muchas gracias a todos los que colaboraron, finalmente toda la movida sirvió y pudo aparecer. Las redes contribuyeron mucho", expresó.

En cuanto al cuerpo del felino —que al parecer sí sería un margay— fue trasladado al Museo Nacional de Historia Natural, donde será de utilidad para fines científicos.