Contenido creado por Valentina Temesio
Medioambiente

Menos parla y más acción

Bangladesh denuncia “tragedia” por inacción de los países ricos ante el cambio climático

El país asiático es uno de los más vulnerables a la crisis climática debido al aumento del nivel del mar y las inundaciones.

24.09.2022 13:36

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2022-09-24T13:36:00-03:00
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Bangladesh, un país de fértiles deltas densamente poblado, se encuentra entre las naciones más vulnerables del mundo al cambio climático, sobre todo debido al aumento del nivel del mar y las inundaciones. 

Pero la urgencia de la situación no se corresponde con las acciones de los países responsables de las emisiones, dijo su primera ministra Sheikh Hasina.

“No actúan. Pueden hablar, pero no actúan”, declaró a AFP durante su visita a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas.

“Los países ricos, los países desarrollados: esto es su responsabilidad. Deberían dar un paso adelante. Pero no estamos recibiendo mucha respuesta de ellos. Esa es la tragedia”, agregó.

“Sé que los países ricos quieren ser más ricos y enriquecerse. No se preocupan por los demás”.

Bangladsh produjo una minúscula parte de las emisiones de gas de efecto invernadero que contribuyó al calentamiento del planeta en 1,2º en promedio por encima de los niveles preindustriales. 

El acuerdo de París pidió a las naciones ricas 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para ayudar a los países en desarrollo a lidiar con el cambio climático. 

Este año, se comprometieron 83.300 millones de dólares, incluso a través de fuentes privadas, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Uno de los asuntos clave de cara a la próxima cumbre climática de la ONU, que se celebrará en noviembre en Egipto, es que las naciones ricas también paguen por las pérdidas y los daños causados por el cambio climático, y no solo por la adaptación y mitigación. 

“Queremos que ese fondo se incremente. Desafortunadamente, no tuvimos una buena respuesta de los países desarrollados”, comentó Hasina, de 74 años. “Como ellos son los responsables de estos daños, ellos deberían dar la cara”. 

Las naciones ricas solo han acordado discutir el tema de las pérdidas y los daños a partir de 2024.

La Asamblea General de este año fue escenario de repetidos llamados a la justicia climática. El líder de Vanuatu, pequeña isla del Pacífico Sur, pidió un tratado internacional contra los combustibles fósiles; mientras que el primer ministro de Pakistán advirtió que las inundaciones que han anegado un tercio de ese país podrían ocurrir en cualquier parte.

Dudas sobre los rohingya

El clima no es el único tema en el que Bangladesh ve inacción de Occidente. 

Unos 750.000 rohingya huyeron al país asiático en 2017 después de una campaña de tierra arrasada contra el grupo minoritario por tropas en la vecina Myanmar, campaña que Estados Unidos calificó como un genocidio.

El mundo celebró que Bangladesh recibiera a los refugiados, junto a otros 100.000 que huyeron antes por la violencia, pero la atención se desvió desde la pandemia de covid y ahora por la invasión rusa en Ucrania. 

“Mientras estén en nuestro país, sentimos que es nuestro deber”, dijo Hasina, aunque aclaró la paciencia se está agotando entre los habitantes de Bangladesh.

Michelle Bachelet, entonces Alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, indicó en una visita en agosto al país asiático que había un sentimiento creciente antirohingya entre la población.

“Los locales también sufren mucho (...) No puedo decir que están enojados, pero se sienten incómodos”, dijo Hasina. 

“Toda la carga nos está cayendo a nosotros. Esto es un problema”, complementó. 

Los refugiados rohingyas, en su mayoría musulmanes, viven mayoritariamente en campamentos destartalados con lonas, chapas de metal y bambú.

En su visita, Bachelet dijo que no había perspectivas de devolverlos a Myanmar, de mayoría budista y gobernada por militares, donde los rohingya no son considerados ciudadanos.

Hasina señaló que no había muchas opciones más que los rohingya residieran en campamentos.

“No es posible que les demos un espacio abierto porque tienen su propio país. Quieren volver allí. Así que esa es la principal prioridad para todos”, dijo.

“Si alguien quiere llevárselos, puede llevárselos”, añadió. “¿Por qué debería oponerme?”, concluyó.

AFP