Contenido creado por Gerardo Carrasco
Fauna uruguaya

Nuestra fauna

Austrolebias, unos de los exponentes más interesantes de nuestra fauna de agua dulce

Habitan en charcos que se secan por completo durante el verano. Pese a ello, se las arreglan para sobrevivir.

02.03.2023 15:34

Lectura: 4'

2023-03-02T15:34:00-03:00
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Los peces del género Austrolebias (también llamados peces anuales) son uno de los más interesantes de nuestra fauna de agua dulce, ya que viven en charcos y humedales que se secan estacionalmente. Esta estacionalidad está asociada al aumento de la temperatura en primavera y el concomitante incremento de la evaporación del agua, lo que genera que charcos y humedales con poca profundidad se sequen en los meses más calurosos, mientras que el descenso de temperatura de fines de verano promueve un nuevo llenado de estos ambientes. En promedio, en nuestras latitudes, estos ambientes se empiezan a secar a fines de octubre y vuelven a tener agua entre marzo y abril.

Para superar este escollo ambiental, los peces anuales han evolucionado varias estrategias: la generación de huevos con resistencia a la desecación; la presencia de un desarrollo embrionario con pausas (diapausas), lo que les permite retrasar el nacimiento hasta que vuelva el agua al ambiente; un elevado metabolismo, que les permite crecer rápidamente; y un comportamiento reproductivo que finaliza con el enterramiento de los huevos dentro del sustrato, lugar donde los huevos resisten la desecación del ambiente.

La mayoría de las especies de Austrolebias miden aproximadamente 5 cm de largo, aunque hay un grupo de especies “gigantes” que pueden alcanzar los 15 cm de largo. Presentan dimorfismo sexual, donde las hembras son de coloración marrón claro con tonos dorados a los lados de la cabeza y aletas transparentes, mientras que los machos presentan el cuerpo gris oscuro a marrón, con manchas brillantes celestes a verdes en cuerpo y aletas. En general se alimentan de larvas y adultos de invertebrados acuáticos (crustáceos, anélidos, moluscos, insectos), aunque las especies gigantes se pueden alimentar también de peces (incluidas especies pequeñas de Austrolebias).

Como la mayoría de los peces, las Austrolebias tienen fecundación externa. Los peces anuales adquieren la madurez sexual muy rápidamente (aproximadamente a los dos meses de edad) y se reproducen constantemente hasta su muerte, que generalmente ocurre asociada al secado del ambiente. Podemos decir que, desde que nacen, la vida de los peces anuales es una vida acelerada, es decir crecimiento rápido y madurez sexual precoz, lo que claramente está asociado a lo efímero del ambiente en que viven.

Hábitat de Austrolebias

Hábitat de Austrolebias

En Uruguay se encuentran registradas 22 especies de Austrolebias, cuatro de ellas endémicas para nuestro país: A. viarius, A. queguay, A. affinis y A. duraznensis. Todas las especies están dentro alguna categoría de amenaza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por ejemplo, A. viarius (distribuida en humedales de la cuenca de la laguna Castillos y cuenca media del río Cebollatí) está categorizada como Amenazada (EN-UICN), mientras que A. queguay (endémica de los humedales del río Queguay) quedaría bajo el estatus de Críticamente Amenazada (CR-UICN).

La principal amenaza para estas especies es la pérdida, fragmentación o transformación del hábitat. En nuestro país los casos documentados de pérdida de hábitat corresponden a la desecación de humedales para agricultura (principalmente soja y arroz) y ganadería. Asimismo, investigadores de Río Grande del Sur (Brasil) han comprobado que el uso de herbicidas como el glifosato podría estar afectando la reproducción de estos peces. Por otra parte, los efectos del cambio climático sobre las especies de peces anuales no han sido evaluados. En este sentido, los escenarios proyectados para nuestro país incluyen cambios en los regímenes de precipitación, lo que sin duda puede afectarlos dada su dependencia de la presencia de agua en ambientes efímeros. Finalmente, la colecta sin control por parte de aficionados es una posible amenaza para las especies que tienen distribuciones muy restringidas.

En conclusión, podemos decir que los peces anuales son uno de los grupos más interesantes de nuestra fauna; esto se refleja en la cantidad de investigaciones que se realizan sobre su desarrollo embrionario, genética, ecología, etología, evolución y biogeografía. A su vez, su frágil estado de conservación nos obliga a prestar especial atención en minimizar las amenazas a las que están sujetas estas especies.

Autor: Marcelo Loureiro

Profesor Agregado.

Laboratorio Zoología de Vertebrados.

Departamento de Ecología y Evolución.

Facultad de Ciencias, Universidad de la República