Amazon empezó a probar un nuevo servicio de entregas en 30 minutos o menos en las ciudades de Seattle y Filadelfia, marcando así su reentrada en el competitivo mercado de entregas ultrarrápidas en Estados Unidos. Esta movida estratégica busca posicionar al gigante tecnológico frente a rivales como DoorDash, Uber Eats e Instacart, que dominan actualmente el segmento de entregas en tiempo real.

El nuevo servicio permitirá a los usuarios solicitar productos de uso diario —desde alimentos perecederos y artículos de higiene hasta electrónica ligera y medicamentos de venta libre— y recibirlos en menos de media hora. La opción aparece destacada en la aplicación y el sitio web de Amazon bajo el rótulo “Entrega en 30 minutos”.

Costos y condiciones

Además, los usuarios pueden rastrear sus pedidos en tiempo real y dar propina a los repartidores directamente desde la app.

Infraestructura adaptada a la inmediatez

Según Amazon, el nuevo servicio se basa en instalaciones logísticas más pequeñas y especializadas, ubicadas estratégicamente cerca de zonas residenciales y centros urbanos. Esta red permite reducir la distancia de entrega y acelerar el procesamiento de pedidos.

“Este enfoque prioriza la seguridad de los empleados, optimiza la logística y mejora la experiencia del cliente”, señaló la empresa en un comunicado.

Una estrategia global y ambiciosa

La medida sigue al lanzamiento de entregas en 15 minutos en los Emiratos Árabes Unidos el pasado octubre, donde algunos pedidos llegaron en solo seis minutos. A nivel global, Amazon ha anunciado que invertirá más de 4.000 millones de dólares para triplicar su red de entregas para 2026.

No es la primera vez que Amazon incursiona en la entrega acelerada. Su servicio “Prime Now”, lanzado en 2014, ofrecía entregas en una hora, pero fue descontinuado en 2021 al integrarse a la plataforma principal.