Por The New York Times | Julia Jacobs
El desarrollador detrás de un videojuego muy esperado que tiene lugar en el universo de Harry Potter, aunque se ubica un siglo antes de la historia conocida, sabía que tendría que enfrentar las expectativas de una base de fanáticos ferviente.
Estaban el desafío de crear una experiencia cautivante más allá de la bien conocida historia de “El niño que vivió” y el riesgo de decepcionar a los amantes de la saga al omitir aspectos adorados del mundo mágico (lo siento, no hay Quidditch).
No obstante, cuando el desarrollador, Avalanche Software, comenzó el trabajo hace varios años con un juego de roles inmersivo que transcurre en Hogwarts, es posible que no haya anticipado que tal vez el desafío más grande de todos sería originado por la célebre autora de la serie.
La conversación entre los fanáticos y los videojugadores a medida que “Hogwarts Legacy” se aproximaba a su fecha oficial de lanzamiento el viernes pasado ha sido dominada no por las charlas sobre cómo lanzar hechizos o domar a los hipogrifos, sino por los comentarios de J. K. Rowling sobre temas relacionados con las personas transgénero.
Los fanáticos de Potter han lidiado con esos comentarios durante años, en especial después de que Rowling publicó un ensayo extenso en 2020 en el cual mencionó que un movimiento de activistas trans estaban “buscando erosionar a la ‘mujer’ como una clase política y biológica y ofreciendo protección a depredadores”.
Rowling escribió: “Quiero que las mujeres trans estén seguras. Al mismo tiempo, no quiero hacer que las niñas y las mujeres por nacimiento estén menos seguras”.
Los fanáticos que consideraron las opiniones de Rowling como llenas de odio y antitrans (un sentimiento que ella niega) chocaron con aquellos que simpatizaron con los comentarios, mientras que otros argumentaron que la artista podía ser separada de su arte. Algunos juraron dejar de gastar dinero en la franquicia, que incluye una producción teatral y las películas de “Animales fantásticos”.
“Hogwarts Legacy” sumó a otra comunidad dedicada: los videojugadores, un grupo que no suele hablar con delicadeza en línea.
En las últimas semanas, han usado las redes sociales para enfrentarse entre ellos acerca de los temas de derechos de las personas transgénero. Algunos han prometido boicotear el videojuego, mientras que otros han aceptado o defendido su derecho a jugarlo sin meterse en políticas de género específicas.
Alex Casilio, un creador en YouTube que ha seguido el desarrollo de “Hogwarts Legacy” a lo largo de varios años, comentó: “La controversia está generando mucho ruido”. Aunque cuestionó si el debate tendría un impacto medible en las ventas. “Es un juego que se volvió muy popular con gran rapidez y la mayoría de la gente no está involucrada en la controversia”.
Días antes de su lanzamiento, “Hogwarts Legacy” se convirtió en el juego para un solo jugador con el número más alto de espectadores concurrentes en el sitio de emisión en continuo Twitch, según el sitio de analítica Streams Charts, con lo que superó a títulos como “Cyberpunk 2077” y “Elden Ring”.
Aun así, los desacuerdos sobre si unirse a la incursión más nueva en el mundo mágico han sembrado el caos en los foros de internet. En el foro de Reddit dedicado al juego, los moderadores volvieron a colocar restricciones a las discusiones sobre Rowling, al escribir que permitir tal conversación “desciende con rapidez en una espiral de lenguaje intolerante hacia individuos de la comunidad LGBTQ+”. En un foro oficial en Discord, un moderador les pidió a los usuarios que “pausaran el tema de JK”.
Como otros juegos de rol, “Hogwarts Legacy” les permite a los usuarios modificar la apariencia de sus avatares, con lo que entrelaza cuestiones de identidad con la forma de juego. Además, algunos jugadores han llegado a la conclusión de que un personaje no jugable nuevo es trans, con base en un diálogo en el que dicho personaje, Sirona Ryan, quien se encarga del bar Tres Escobas, dice que les tomó un momento a sus compañeros de clase el “darse cuenta de que en realidad era una bruja, no un hechicero”.
Avalanche, que es propiedad de Warner Bros., el estudio que produjo las ocho películas de “Harry Potter” y la serie de “Animales fantásticos”, ha estado caminando por una línea delgada tras establecer distancia entre Rowling y el videojuego, pero al mismo tiempo reconocer el papel central de la escritora en la franquicia.
Warner Bros. rechazó en diversas ocasiones organizar una entrevista con los desarrolladores del juego. Cuando se le hicieron preguntas directas sobre el proceso creativo y las contribuciones de Rowling, el estudio señaló a los materiales de mercadotecnia.
Una lista de preguntas frecuentes explica: “J. K. Rowling no está involucrada en la creación del juego, pero como creadora del mundo mágico y una de los mejores narradores del mundo, su extraordinario corpus literario sirve como cimiento de todos los proyectos en el mundo mágico. Esta no es una historia nueva de J. K. Rowling; sin embargo, hemos colaborado de manera estrecha con su equipo en todos los aspectos del juego para garantizar que siga la línea de las experiencias mágicas que los admiradores esperan”.
No queda claro qué tanto se beneficiará económicamente Rowling con el videojuego; un portavoz de Rowling se negó a hacer comentarios sobre la recepción del juego. En diciembre, después de que Jessie Earl, una persona trans que comenta videojuegos, tuiteó que era “dañino” apoyar a “Hogwarts Legacy”, Rowling usó el término “purethink” (intolerante) para criticar su argumento.
En una entrevista con IGN, un sitio web de entretenimiento, Alan Tew, el director del juego, abordó los cuestionamientos sobre Rowling: “Cuando nos topamos con esos retos, nos regresamos y nos volvimos a concentrar en las cosas que de verdad nos importan”.
En un artículo separado sobre Sirona Ryan, el personaje que los jugadores han concluido que es trans, un representante del desarrollador le dijo a IGN: “El equipo sintió que era muy importante crear un videojuego representativo del mundo rico y diverso de Harry Potter, así como de los grupos de gente que los juegan, que incluyen a la comunidad LGBTQIA+”.
Ubicado en la década de 1890, el juego permite a los jugadores convertirse en estudiantes en Hogwarts, donde pueden vestir las túnicas de su casa, recorrer el castillo y practicar hechizos.
Muchos detalles fueron extraídos de los textos de Rowling (hechizos tales como Crucio, la maldición de la tortura y Avada Kedavra, la maldición asesina, serán familiares), pero algunos aspectos de la mitología de Potter se han inventado recientemente: el juego explica que las llaves daedalianas han sido convocadas para proteger los gabinetes cerrados en Hogwarts.
Varias publicaciones de videojuegos y streamers también han sido cautelosos al discutir el juego, dejando claro que tienen reservas sobre las opiniones de Rowling. Después de varios párrafos en la reseña positiva de IGN, la cual califica al combate con lanzamiento de hechizos como “asombrosamente bueno”, se encuentra un aviso de limitación de responsabilidad que aborda el “gran problema”.
El descargo de responsabilidad dice: “Como críticos, nuestro trabajo es responder a la pregunta de si ‘Hogwarts Legacy’ nos parece divertido de jugar y por qué. Si es ético jugarlo es una pregunta aparte, aunque muy importante”.
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