Contenido creado por Gerardo Carrasco
Vida en la red

Enojado

"Facebook es dirigido por mentirosos patológicos y sin moral" afirma experto en datos

John Edwards, presidente de la Comisión de Protección de Datos de Nueva Zelanda, disparó munición gruesa.

09.04.2019 15:08

Lectura: 4'

2019-04-09T15:08:00-03:00
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"Permiten la difusión en directo de suicidios, violaciones y homicidios, siguen alojando y publicando el video del ataque a la mezquita, permiten a los publicitarios dirigir anuncios para antisemitas y otros segmentos del mercado del odio, y rechazan aceptar (...) No se puede confiar en Facebook, son mentirosos patológicos y sin moral". Tales son las palabras de Edwards, referidas a la dirigncia de Facebook y en particular a su fundador, Mark Zuckerberg.

Edwards había propuesto que la red social creara un desfasaje entre la emisión y la difusión de videos para permitir la moderación (es decir, el bloqueo preventivo de la emisión) si fuera necesario. Pero Zuckerberg rechazó esa posibilidad, diciendo que eso pondría en cuestión un servicio que se usa para comunicar acontecimientos, celebraciones, cumpleaños, y que el problema no es que la tecnología sea "mala" sino el uso que le da la gente. Una justificación que recuerda la del lobby de las armas , que usa el mismo tipo de argumento: no son las armas las que matan sino las personas.

A raíz de la masacre de marzo, Nueva Zelanda decidió de inmediato legislar sobre las armas, prohibiendo la venta de fusiles de asalto y pistolas semiautomáticas, pero impedir que vuelva a suceder a alguien usar Facebook Live para transmitir, durante 17 minutos, en tiempo real la muerte de decenas de personas (50 fueron asesinadas en Christchurch) y que esa transmisión sea vista y descargada (fueron retiradas posteriormente más de 1,5 millones de copias e impedidas otras tantas descargas) por miles internautas antes de ser borradas es algo que, aparentemente no será tan fácil de conseguir.

Lo más que Nueva Zelanda podrá hacer sin la colaboración de Facebook será copiar a Australia. Este país, de donde es originario el terrorista de Christchurch, ya ha puesto en funcionamiento una ley que exige la retirada de contenidos de odio en el plazo máximo de una hora, reservándose el derecho de castigar penalmente a los responsables locales de las redes sociales. A propósito, el ministro australiano de Justicia declaró: "Es totalmente irracional que tales contenidos puedan estar disponibles más de una hora sin que los responsables de las redes actúen (...) Esta ley debe prevenir que eso suceda y criminalizarlo, y permitir al gobierno una posibilidad de respuesta cuando una organización como Facebook deja este tipo de difusión en directo disponible mucho tiempo en su plataforma".

Edwards, en tuits que publicó y luego borró, diciendo que habían suscitado reacciones tóxicas, acusó a Facebook de "permitir genocidios" (refiriéndose a Birmania y la persecución de los Rohingyas, que fue incitada en posts en Facebook) y de "facilitar la injerencia extranjera en las instituciones democráticas "(aquí refiriéndose a la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses).

Edwards respondió a los argumentos usados por Zuckerberg en una reciente entrevista con la cadena ABC: "Él no nos puede decir, o no nos quiere decir, cuántos suicidios, homicidios, agresiones sexuales fueron difundidas en directo en su plataforma", criticó en declaraci0ones recogidas por Diario de Noticias.

El viernes, el diario New Zeland Herald informó que todavía hay videos de la masacre de Christchurch alojados en Facebook. A pesar de que Zuckerberg, en la entrevista, dijo que la red social está trabajando con la policía neozelandesa, la reacción de un portavoz a la revelación del Herald fue que la plataforma está trabajando "24 horas al día para retirar nuevas subidas del video", utilizando para ello "una combinación de tecnología y de recursos humanos. "

Edwards dic que resulta obvio que Facebook debería haber creado medidas preventivas y de contingencias antes de lanzar Facebook Live en 2015, por tratarse de un servicio de alto riesgo. Días atrás, le preguntó a la plataforma si había hecho algo en relación al servicio de videos en vivo desde el 15 de marzo -el día de la masacre- que, de haber estado en vigor antes, huiera podido impedir la emisión en vivo de la matanza o asegurar que -ya fuera mediante algoritmos o intervención humana- se borrara con rapidez. "La respuesta fue no", señaló Edwards.