El mercado empieza a hacer justicia con la cría. Los precios del novillo gordo permanecen estables a levemente bajistas. Y es por eso que vale tanto el repunte de los precios de la cría. En un año en el que el temor a una sequía está presente y con precios del gordo presionados a la baja, el mercado de la reposición marcó récords.

Planteemos la siguiente hipótesis. El precio de exportación de la carne vacuna de Uruguay se estabiliza en US$ 5.000 por tonelada. El precio del novillo capta 93% de ese precio y se estabiliza en torno a US$ 4,85 por kilo de carcasa.

Si se trata de novillos con un rendimiento de 56% tienen un valor en pie de 2,71, que con una relación de reposición de 1,20 llevan a un precio por kilo de ternero de US$ 3,26. Terneros de US$ 650 por cabeza.

La consecuencia debería ser un entore que repita más de 80% de preñez, salvo una Niña muy rigurosa. La revolución silenciosa de la ganadería ha llegado a la cría. La relación de reposición empieza a hacer justicia: el ternero puede seguir subiendo si el precio de exportación se estabiliza en los actuales niveles.