Cuando Nicolás Cotton tenía 12 o 13 años se empecinó en aprender a hacer reversiones de canciones con su computadora. Intentaba copiar cada instrumento. No se daba cuenta de que, mientras jugaba, aprendía a producir música como autodidacta.

Hoy, con 35 años, piensa: “En la producción musical hay un camino solitario, muy importante, que es sentarse todos los días en un estudio o con una compu a tocar y hacer música, a prueba y error”.

En 2018, Cotton recibió sus dos primeras nominaciones a los Latin Grammy —este año son cuatro— y comenzó a hacer uso de su nombre en el ambiente musical, al punto que reconoce: “Me contratan para dar mi opinión”.

Pero para el productor, el punto de inflexión en su carrera fue, irónicamente, el disco Best Seller, que produjo para el cordobés Juan Ingaramo. “Ahí la gente me empezó a conocer a mí porque, como productor, la gente conocía más al artista”. El álbum al que pertenece la canción “Fuego y pasión” lo puso “en el mapa de las nuevas generaciones”, piensa.

¿Cómo gestionás el encuentro de intereses entre la visión de los artistas y la tuya?

Depende el proyecto. Es una conversación constante. Con la experiencia como productor, que trabajo hace más de 15 años, uno va teniendo un poquito más de nombre. El artista te llama para que des tu opinión. Me contratan para dar mi opinión. Es muy valioso tener esa responsabilidad. En mi caso nunca es algo que le impongo al artista. Yo planteo mi visión, y después de eso se tejen un montón de ideas hasta llegar a una final. No es de un día para el otro. Aparece cuando estás en el estudio y empezás a grabar. Ahí es donde sucede la magia. Pero siempre hay una conversación constante.

Al hacer música, ¿dónde se encuentra la creatividad —“la magia”— del productor?

Es constante. Cuando termino de hacer un álbum, o una canción, termino vacío de energías, porque estoy todo el tiempo pensando, o tirando ideas, analizando cómo puede avanzar el proyecto. Todo el tiempo estás creando en tu cabeza para después poder bajarlo a tierra. Es muy desgastante. Pero es parte de mi trabajo y la creatividad es un músculo que hay que entrenar escuchando mucha música. Nutriéndote de nuevas herramientas, técnicas de grabación. No es solo saber de acordes, hay mil maneras de hacer que la canción suene como querés.

En los Latin Grammy 2023 te nominaron en las categorías productor del año, mejor canción tropical, mejor canción urbana y mejor álbum rock/pop. El reconocimiento habla del éxito de la música que producís. ¿Tenés alguna fórmula?

Trato de no pensar en el hit. Trato de pensar en la música, en hacer buenas canciones. En que el artista se sienta representado en la obra final. Después, si es hit, espectacular. El objetivo es hacer buenas canciones. Por lo general nunca estoy conforme con el resultado final. [Risas.]